Su-33.
RIA NovostiEl 15 de noviembre las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa iniciaron una operación de ataque masivo contra las posiciones de los guerrilleros del Estado Islámico y el Frente Al-Nusra en Siria.
En la operación participó la fragata Almirante Grigórovich (que lanzó misiles de crucero Kalibr) y los sistemas de misiles costeros Bastión. Era la primera vez que el portaaviones Almirante Kuznetsov actuaba en una operación militar.
El grupo de portaaviones de la Flota del Norte comenzó su expedición hacia el noreste del Atlántico y el Mediterráneo el pasado 15 de octubre. El 4 de noviembre llegó a la parte oriental del Mediterráneo (al sureste de Chipre) y una semana después los barcos maniobraban cerca de las costas de Siria.
Además del portaaviones, integran la flotilla el crucero pesado nuclear de misiles Piotr Veliki, los barcos antisubmarinos Severomorsk y Vicealmirante Kulakov y varias embarcaciones de abastecimiento. Se añadió al grupo la fragata Almirante Grigórovich y un remolcador auxiliar, procedentes de la Flota del Mar Negro .
Según el periódico británico The Times, en la flotilla se encuentran también dos submarinos 971 Schuka-B (Akula según la clasificación de la OTAN) y un submarino 636 Varshavianka (Kilo según la clasificación de la OTAN). El Ministerio de Defensa ruso no ha confirmado esta información.
El barco Almirante Kuznetsov tiene su propio sistema de defensa antibuques. Entre sus armas figura el sistema de misiles P-700 Granit con 12 lanzaderas en total. Este es el misil de crucero más potente entre los barcos de la escuadrilla del Mediterráneo, su alcance es de más de 600 kim. Además, el crucero Piotr Veliki lleva a bordo otros 20 misiles Granit.
Otra de las armas más temibles que se ha dado a conocer en Siria es el misil Kalibr. Además del Almirante Grigórovich, este misil puede viajar a bordo de los submarinos Varshavianka y Schuka, cuyas lanzaderas de torpedos pueden cargar misiles del sistema Kalibr-PL y lanzarlos a una distancia de hasta 1.500 km.
El primer ataque submarino de misiles de crucero rusos contra un objetivo real se llevó a cabo en diciembre de 2015. El submarino B-237 Rostov del Don lanzó misiles Kalibr-PL desde la parte oriental del Mediterráneo contra varias instalaciones de los terroristas del Estado Islámico en la provincia siria de Raqqa.
Según las características táctico-técnicas del Almirante Kuznetsov, el portaaviones puede llevar a bordo 26 avionesSu-33 y MiG-29K/KUB, así como 24 helicópteros Ka-27 y Ka-31. Según algunas fuentes, en esta expedición el barco lleva a bordo ocho MiG.
Ka-27. Foto: TASS
Entre las posibilidades de ataque aéreo de los MiG-29K se encuentran las bombas guiadas de la serie KAB-500 (algunas de ellas guiadas por señales del satélite Glonass), y misiles antibuques J-35.
El portaaviones Almirante Kuznetsov lleva instalados ocho sistemas de artillería de misiles antiaérea Kórtik (256 misiles en total), seis plataformas de artillería naval AK-630 y cuatro sistemas antiaéreos de base naval Kinzhal (192 misiles en total). Esto permite al portaaviones controlar el espacio aéreo que cubre la agrupación naval y las instalaciones de la costa. El crucero también está equipado con 60 bombas de profundidad reactivas del sistema Udav-1 para protegerse contra torpedos.
Para la lucha contra los submarinos del enemigo a una distancia de hasta 60 km, el crucero nuclear Piotr Veliki cuenta con dos sistemas de torpedos antibuques de 533 mm RPK-6M Vodopad, así como el helicóptero antibuques Ka-27PL.
Este helicóptero es capaz, a una velocidad de hasta 75 km/h, de detectar y seguir submarinos a una profundidad de hasta 500 m.
Los grandes buques antisubmarinos 1155 Severomorsk y Vicealmirante Kulak también se encargan de las misiones de protección de la agrupación de ataque de la Armada y de la detección de submarinos. Ambos están equipados con sistemas hidroacústicos Polinom, capaces de detectar submarinos enemigos a una distancia de hasta 50 km.
El armamento antibuques de los barcos de este proyecto se reduce al sistema de misiles universales Rastrub-B, que puede derribar tanto buques como submarinos. Además, los barcos llevan a bordo dos helicópteros Ka-27PL cada uno.
Portaaviones Almirante Kuznetsov. Foto: Getty Images
El incidente del 9 de noviembre en la parte oriental del Mediterráneo permitió mejorar la organización de la defensa antibuques. La agrupación naval descubrió un submarino holandés (supuestamente de la clase Walrus), que intentaba acercarse para espiar a las fuerzas rusas. El Severomorsk y el Vicealmirante Kulakov localizaron al submarino a una distancia de 20 km gracias a sus sistemas hidroacústicos y a sus helicópteros Ka-27PL.
Según declaró entonces Ígor Konashenkov, portavoz oficial del Ministerio de Defensa de Rusia, a pesar de los intentos de maniobrar del submarino, los buques rusos establecieron un contacto hidroacústico constante con la embarcación. Durante más de una hora siguieron sus maniobras y le obligaron a abandonar la zona donde se encuentra la agrupación de portaaviones rusos.
En su ruta hacia el Mediterráneo, la agrupación del portaaviones de la Armada de Rusia ha descubierto a varios submarinos de la OTAN, entre ellos el submarino nuclear estadounidense Virginia, que intentaba hacer labores de espionaje.
El portaaviones Almirante Kuznetsov, equipado con cazas y helicópteros de combate participa por primera vez en un conflicto bélico. Colabora en la operación militar contra los terroristas en Siria.
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