Un submarino diesel Varshavianka.
Vitali Ankov/RIA NovostiEl Ministerio de Defensa está terminando la construcción de los tres últimos embarcaderos para submarinos en la ciudad de Novorossiisk. Según informa una fuente de RBTH en el complejo industrial militar, en la nueva base de la flota del Mar Negro se desplegarán seis submarinos del proyecto 636.6 Varshavianka.
“En el puerto de la ciudad ya se encuentran tres de ellos: el Rostov del Don, el Novorossiisk y el Stari Oskol. Cada uno de ellos está equipado con torpedos submarinos contra buques y misiles de la clase Kalibr, que demostraron su potencia combativa en Siria y su capacidad para derribar objetivos a una distancia de hasta 2.500 kilómetros”, comenta la fuente de RBTH.
Según el experto, la decisión de desplegar una nueva base en el Mar Negro se debe al incremento de la actividad de los buques de la OTAN en los últimos años. “La base de submarinos del proyecto 636.6 Varshavianka en Novorossiisk permitirá a Rusia controlar las potenciales amenazas en el territorio de Europa y de Oriente Próximo”, señala la fuente.
Inicialmente, la nueva base en la costa del Mar Negro se construía debido a la discordia en las relaciones ruso-ucranianas tras la caída de la Unión Soviética. Desde 1991 la base de la Armada en Crimea estaba arrendada por Moscú y cada renovación del conjunto de barcos (hasta el último cartucho que cargaban, nota de redacción) debía acordarse con el parlamento de Kiev.
Según el experto militar de TASS Víktor Litovkin, la política de Ucrania tras la caída de la URSS estaba orientada a expulsar a Rusia de Crimea, aunque tras la reciente anexión de la península en 2014, la situación cambió y comenzó una reforma de la flota a gran escala.
“La bahía de Sebastopol abre unas posibilidades únicas a Moscú. Con la nueva base en Novorossiisk, Rusia puede controlar por completo el estrecho del Bósforo y la infraestructura militar de Bulgaria, además de nivelar la amenaza de la base antimisiles de Estados Unidos en Rumanía”, señala el experto.
Según Alexander Jramchijin, director del Instituto de Análisis Político y Militar, la principal amenaza del sistema estadounidense en Europa del Este para Rusia consiste en que la base de defensa antimisiles pase de ser defensiva a ser ofensiva de forma instantánea.
“El sistema antimisiles estadounidense podría evolucionar y desplegar misiles de crucero en sus plataformas de lanzamiento. En particular, las plataformas de lanzamiento para misiles defensivos Standard SM-3 pueden utilizarse para llevar a cabo ataques con misiles de crucero estratégicos Tomahawk contra el territorio de la Federación Rusa”, declara Jramchijin.
El punto fuerte de la nueva base de la flota del Mar Negro es la posibilidad de repartir barcos y submarinos en varias bases de la Armada de la misma región, según los analistas. No obstante, la base de Novorossiisk tiene un problema clave que todavía está por resolver.
“En primer lugar, se trata de las condiciones climáticas. La zona marítima de Novorossiisk sufre periódicamente los ataques de los vientos del norte procedentes de las montañas del Cáucaso, que golpean con gran fuerza los barcos y los edificios que se encuentran a su paso. El viento puede empujar un barco hacia la costa y destruir toda la infraestructura militar. En la construcción de la base todo está calculado para que los ataques de los vientos no sean tan catastróficos”, comenta Litovkin a RBTH. Según el experto, Rusia está construyendo un nuevo túnel en las montañas del Cáucaso para reducir a cero la amenaza de estos vientos destructores.
Moscú llama a la OTAN a reducir presencia militar aliada en fronteras rusas
"Para nosotros está muy claro que sin pasos reales por parte de la OTAN para reducir la actividad militar en las zonas fronterizas con Rusia no será posible entablar un diálogo sobre medidas para reforzar la confianza", dijo el embajador ruso ante la Alianza Atlántica.
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