“Se ha reducido en drásticamente el número de salidas y ahora casi todas se hacen por la noche”, declara a RBTH Viktor Murajovski, editor de la revista Arsenal de la Patria y miembro del Consejo de Expertos de la Comisión Militar Industrial de Rusia.
“La tregua en Siria no se aplica sobre grupos considerados terroristas por Rusia y los miembros de la coalición liderada por los EE UU. Las Fuerzas Armadas de Rusia continúan sus ataques precisos en contra de posiciones del Estado Islámico”.
La mañana del 15 de marzo, salió de Siria el primer grupo de cazas rusos hacia su lugar de despliegue permanente, según una declaración aparecida en la web del Ministerio de Defensa de Rusia.
Los vuelos se realizan en grupos comandados por los aviones de transporte Tu-154 o Il-76, que llevan a ingenieros y técnicos, así como material.
Los pilotos vuelan en grupo hasta alcanzar la frontera de Rusia y después se dirigen a sus bases en donde suelen estar habitualmente.
“Ya se ha retirado más de la mitad, quizá llegue a dos tercios, de todo el contingente compuesto de 60 cazas y bombarderos”, declara Murajovski.
“Al mismo tiempo, el número de tropas en Siria se reducirá ligeramente. Es necesario garantizar la seguridad de las bases permanentes de Rusia en la región: la base aérea de Jmeimin y el puerto de Tartús”.
Según Murajovski, todos los helicópteros seguirán en operaciones de búsqueda y rescate, así como en tareas de transporte táctico. Además, Rusia mantiene en Siria sus asesores militares para que ayuden al gobierno sirio a luchar contra el Estado Islámico.
“Rusia deja todos sus sistemas de defensa antiaérea en Siria: el S-400, el Buk-M3, el Tor-M2 y el Pantsir-S1. Además, en la parte oriental del Mediterráneo continuarán operando los buques de la Armada rusa, que se reemplazarán unos a otros de manera ordinaria”, explica a RBTH Víktor Litovkin, coronel retirado y observador militar de TASS.
Según el exmilitar, la flota opera en tareas de inteligencia y de control, no solo de los miembros del Estado Islámico sino también de los barcos de la OTAN que llegan al Mar Negro equipados con misiles SM-3 y Tomahawk.
“Moscú inicia el proceso de paz y sigue el camino de los EE UU en Afganistán: deja sus bases militares y medios de defensa. La retirada de la parte “militar” de las tropas es una señal al presidente Asad de que Rusia no siempre va a solucionar sus problemas internacionales y de que el régimen actual es capaz de realizar sus propias actividades políticas”, dijo a RBTH Fiódor Lukiánov, redactor jefe de la revista Rusia en la Política Global.
El presidente Vladímir Putin ordenó al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, comenzar el 15 de marzo la retirada de la mayor parte del contingente de las tropas en Siria. Al mismo tiempo se debe una protección efectiva de las bases rusas en Siria en el puerto de Tartús y en la base aérea de Jmeimin, que continuarán funcionando como antes.
Desde el 27 de febrero hay un alto el fuego en Siria, por iniciativa de Rusia y de los EE UU, que no se aplica al Estado Islámico.
La operación militar de las tropas aeroespaciales de Rusia contra los terroristas del Estado Islámico comenzó el 30 de septiembre.
Tal y como declaró el ministro de Defensa Serguéi Shoigú, las tropas rusas ayudaron a retomar más de 400 asentamientos, realizaron más de 9.000 misiones de combate y destruyeron a más de 2.000 militantes del Estado Islámico.
Además, destruyeron más de 200 instalaciones de producción de petróleo y fueron capaces de detener gran parte del suministro de los terroristas, explicó el ministro.
Preguntas y respuestas de la defensa antiaérea rusa en Siria
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