Rusia ha enviado el sistema de misiles antiaéreos S-400 a la base aérea rusa de Jmeimim como respuesta de las autoridades rusas al derribo del bombardero ruso Su-24 en el espacio aéreo sirio, provocado por un caza turco F-16. Durante la operación de rescate y evacuación del piloto del Su-24 que sobrevivió, Rusia también perdió un helicóptero multifuncional Mi-8, y murió un infante de marina.
El pasado 25 de noviembre el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció que se reforzaría la defensa antiaérea de la base aérea rusa de Siria, y Vladímir Putin ordenó el traslado del sistema de misiles antiaéreos S-400, que se desplegó para cubrir la zona de operaciones de forma más efectiva. Ahora, los sistemas de defensa antimisiles desplegados en Siria garantizan la defensa en distancias que abarcan de los 20 a los 400 km y a alturas que van de los 3 a los 30 km.
El S-400 Triumf es un componente clave de la defensa antiaérea rusa. Es un sistema lanzamisiles de largo y medio alcance de nueva generación. Actualmente es el principal elemento del sistema ruso de defensa antiaérea en territorio sirio. El sistema completo puede ponerse en plena alerta de combate en tan solo 5-10 minutos.
El Triumf es capaz de “castigar” a aviones del enemigo que se encuentren muy alejados. Desde una distancia de hasta 40 km, el complejo puede interceptar aviones, y, desde una distancia de hasta 60 km, es capaz de alcanzar objetivos balísticos tácticos que vuelen a una velocidad de hasta 4,8 km/s, misiles alados y misiles balísticos.
El radio de acción del S-400 controla casi todo el cielo de Siria, parte de Turquía, Chipre, el Mediterráneo Oriental e Israel.
El sistema de misiles antiaéreos S-400 fue reubicado en Siria. Procedía de Podmoskovie, donde se encargaba de “cubrir” el cielo de Moscú.
El principal “paraguas” que cubría a los soldados rusos de los ataques aéreos del enemigo era el sistema de defensa antimisiles autopropulsado Buk, que a día de hoy es una de las armas más efectivas en defensa antiaérea de medio alcance. El Buk es capaz de alcanzar objetivos aéreos a una altura de hasta 25 metros y está diseñado para interceptar misiles balísticos, así como aviones estratégicos y tácticos. El radio máximo de acción del Buk es de 3 a 40 km.
Después del incidente del derribo del Su-24, el crucero de misiles dirigidos “Moskvá”, equipado con el sistema de defensa antiaérea Fort de lanzamiento vertical (la versión marítima es el S-300) se acercó a la costa de Siria en la región de Latakia, y entró en servicio para defender la base aérea en calidad de arma de defensa antiaérea en territorio neutral.
Protege las líneas costeras y las unidades de buques de los aviones equipados con misiles antibuque, además de misiles alados, que son capaces de maniobrar a baja altura. El máximo alcance de impacto del Fort es de 150 km. Su altura máxima de impacto es de 30 km.
Desde tierra, los sistemas de misiles y cañones antiaéreos Pantsir S1 siguen cubriendo el objetivo cercano de defensa en territorio de Jmeimim. Estos sistemas son parte integrante del sistema general de defensa antiaérea de Rusia.
El objetivo de los Pantsirs consiste en defender de los ataques aéreos los sistemas de largo alcance del S-400 empleando misiles dirigidos y cañones de obús. Además, los Pantsir se encargan de defender las instalaciones más reducidas que se encuentran dentro de la base (como las zonas de recreo de los soldados).
Turquía ha decidido suspender los vuelos de su aviación militar en Siria, donde los pilotos turcos actuaban en colaboración con la coalición internacional para luchar contra el Estado Islámico.
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