Alexander Gambarov, bloguero ruso que en la Red se hace llamar Gabar, vive en el pueblo de Kubinka (en la región de Moscú). Acaba de pasar 24 horas en un ataúd para poner a prueba sus capacidades físicas y mentales.
El propio Gabar hizo el ataúd de pino, que contaba con dos tubos por los que llegaba el aire hasta el lugar de confinamiento. Con ellos también se comunicaba con sus amigos y conocidos. Además, Gabar retransmitió en directo, vía YouTube, desde el ataúd.
“Estaba esperando tanto que me abrieran”, declaró al periódico Metro. “Los doctores me recomendaron que me levantase cuidadosamente, pero tenía un plan en mi cabeza. Cuando se abrió la tapa salté bruscamente. Cuando me puse de pie perdí el equilibrio y no podía ir hacia delante. Así fue durante cinco minutos. Una sensación de ingravidez invadía todo, la pérdida completa de la noción de espacio. Todavía me siento extraño”.
“Voy a ser honesto. De niño nunca soñé con que me confinaran en un ataúd, pero quería probarme a mí mismo, probar que soy capaz de hacerlo. Os dirá una cosa, nunca lo volveré a repetir”.
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