EE UU presiona a España por la presencia de barcos rusos en Ceuta

Fregata 'Yaroslav Mudry'

Fregata 'Yaroslav Mudry'

Mil.ru
Medios y políticos españoles piden explicaciones al ministro de Asuntos Exteriores. No se trata de las primeras quejas. The Heritage Fund, un think tank estadounidense ultracoservador lleva meses presionado por esta cuestión.

El grupo parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha pedido la comparecencia de los ministros españoles de Asuntos Exteriores y de Defensa, José Manuel García-Margallo y Pedro Morenés, para aclaren en sede parlamentaria si España dio apoyo logístico a buques de guerra rusos que operan en Siria, según informó durante la noche del domingo el diario Público.

Según este diario, el texto registrado por ERC insta a los dos ministros a "explicar la posible colaboración de España con fragatas rusas que han participado en operaciones militares en Siria".

La formación política catalana asegura que "cuatro de los últimos barcos de guerra rusos que han atracado en Ceuta habrían participado en operaciones militares a lo largo del último año para favorecer al dictador sirio Al Asad".

En concreto, la información ofrecida por este diario señala que ERC cita en su escrito la presencia en Ceuta de las fragatas 'Yaroslav Mudry' y 'Ladny' junto a las corbetas 'Zeleny Dol' y 'Serpukhov'.

Esta petición de comparecencia por el presunto apoyo logístico de España a buques rusos se produce poco después de que el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, calificara durante la jornada del viernes como "atroces" las operaciones llevadas a cabo en Alepo por las fuerzas militares rusas.

El texto de ERC basa sus peticiones en informaciones aparecidas en la edición estadounidense de The Huffington Post, que sitúa la "última visita" de los buques rusos en el pasado día 16 de octubre. Además de la información de Público,El Confidencialreprodujo el contenido del medio de EE UU.

Más de 60 buques desde 2011

Desde 2011, alrededor de 60 buques rusos han atracado en Ceuta para realizar labores de avituallamiento y dar descanso a las tripulaciones. Muchos de ellos son barcos petroleros pero también hay fragatas, destructores, buques anfibios o remolcadores y hasta un submarino. La autorización de estas visitas depende del Negociado de Sobrevuelos y Escalas, dependiente de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Asuntos Exteriores.

La llegada de estos buques es una muestra de la senda por la que ya apostó la Autoridad Portuaria en 2010, gestionando la llegada de unidades rusas. Las autoridades locales destacan el gran volumen de gasto de los marineros rusos en los comercios locales, sobre todo en las tiendas y restaurantes locales. A lo que hay que añadir el coste por el avituallamiento; un buque anfibio reposta unas 300 toneladas de gasoil y 150 de agua; mientras que un petrolero puede llegar a las 3.750 toneladas.

Según informaba el diario El País en marzo, la Embajada rusa en Madrid se sorprende de que levante polémica “una práctica tan común como las escalas en puertos extranjeros. Se realizan previa solicitud de permiso en plena consonancia con la legislación internacional e interna. Su objetivo es el descanso del personal y abastecimiento de agua y alimentos. Además, la escala de buques resulta beneficiosa para los puertos y ciudades que los acogen”.

Ese mes once eurodiputados — Ramón Tremosa de Convergencia, un nacionalista flamenco y representantes de Polonia y las repúblicas bálticas — denunciaron las escalas de los barcos rusos. El diario español informaba que quien se encontraba tras la denuncia era The Heritage Foundation, un think tank estadounidense vinculado al ultraconservador Centro Margaret Thatcher por la Libertad. Casualmente o no, el el artículo en The Huffington Post, en el que se basan los miembros de ERC, es obra Luke Coffey,  director de Heritage Foundation. Parece indicar que el texto forma parte de las presiones a las que este lobby trata de someter a las autoridades españolas.

Cabe recordar que Ceuta y Melilla, ciudades situadas en continente africano, no forman parte del paraguas defensivo de la OTAN, como tampoco son parte del espacio Schengen. El famoso artículo 5 de la Alianza establece, a grandes rasgos, que el ataque a una de las partes es un ataque contra todos. El artículo 6 concreta los territorios que quedan fuera del Atlántico Norte que son reconocidos por la OTAN: los departamentos franceses de Argelia (lo que cambió en 1962), Turquía o de las islas bajo la jurisdicción de cualquiera de las Partes en la zona del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer, lo que deja explícitamente fuera a Ceuta y Melilla. Desde su entrada en la OTAN, España ha sido incapaz de cambiar esta cuestión, incluso cuando la OTAN ha realizado ejercicios tan cerca como en la base de Rota, como los de Trident Juncture el año pasado. Varios militares españoles creen que se trata de una cuestión política y que daría más garantías a la defensa española si la defensa de estas ciudades se incluyese en un protocolo.

De forma extraoficial miembros de la Armada declararon a la Gaceta:  “Si para Estados Unidos Ceuta y Melilla no son territorio OTAN, entonces los submarinos y buques rusos pueden atracar allí cuando quieran. De otra forma, si son considerados territorios OTAN, merecen el mismo estatus que cualquiera de las colonias británicas por ejemplo”.

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