“El centro nuclear ruso en Bolivia es seguro para la población”

Ciclotrón

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servicio de prensa
Entrevista al vicepresidente regional de Rosatom en América Latina, Iván Dybov.

— Existen muchas especulaciones alrededor del Centro de Investigación y Tecnología nuclear de Bolivia, así como mucha información contradictoria. Hasta ahora no todo el mundo tiene claro qué se planea construir en El Alto. ¿En qué consistirá concretamente el centro?

— Según el acuerdo interestatal firmado entre Rusia y Bolivia el pasado mes de marzo, en El Alto se planea construir un Centro Multifuncional de Ciencia y Tecnología Nuclear. El centro contará con  tres componentes principales: un centro de medicina nuclear con un ciclotrón, un equipo de rayos gamma y un reactor experimental de baja potencia.

 Iván Dybov, vicepresidente regional de Rosatom en América Latina. Iván Dybov, vicepresidente regional de Rosatom en América Latina.

Permitirá crear isótopos de vida corta que se utilizan en la producción de fármacos radiológicos para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades oncológicas, cardiopatías y enfermedades vegetativas-vasculares, etc.

El centro multifuncional también tendrá un equipo de rayos gamma. Estos aparatos se utilizan en la industria, en la medicina y en la agricultura para procesar materiales e instrumentos y para esterilizar los instrumentos médicos, verduras, pescado y alimentos en general. Su uso en la agricultura permite procesar los productos agrícolas para eliminar plagas y bacterias, gracias a lo cual se incrementan sus plazos de conservación manteniendo la máxima calidad.

Finalmente, el tercer componente es un rector experimental de baja potencia que se utilizará con fines de investigación científica, así como para formar a estudiantes.

Además, se utilizará en la industria y en investigaciones aplicadas. Para determinar más rápidamente la concentración de elementos de una sustancia o para determinar las rutas de las vías de agua subterráneas, algo muy importante en el ámbito de la geología, la arqueología, la biología para definir la composición, la antigüedad del sustrato y la calidad del suelo, así como para detectar recursos acuáticos subterráneos.

El reactor experimental no se utilizará para obtener energía eléctrica: su uso será exclusivamente científico. La potencia del reactor es demasiado baja (la potencia habitual del reactor no superará los 100-200 KW), y su configuración no permite cambiarla para utilizarlo con fines energéticos. El enriquecimiento de combustible nuclear no superará el 20 %, tal y como exigen todas las normas internacionales en el ámbito de la no proliferación nuclear. En el mundo existen muchos reactores de este tipo. Por ejemplo, en Rusia y en otros países del mundo existen más de 130 reactores construidos con tecnologías rusas. Actualmente, en Rusia se utilizan 52 reactores, en los EE UU unos 40 y Francia y Alemania cuentan con otros 10 cada una.

Además de los componentes enumerados, el Centro estará equipado con varios laboratorios científicos y toda la infraestructura necesaria para el trabajo de los especialistas (un punto de alimentación, salas de descanso, instalaciones deportivas, etc.).

— El proyecto ha despertado la alarma entre los habitantes locales debido a la radiación. ¿Es seguro el Centro para la población y para el medio ambiente?

— El Centro es absolutamente seguro para la población y para el medio ambiente. Las tecnologías que se utilizarán allí llevan más de una década utilizándose en otros países. Algunos elementos, como los reactores experimentales y los ciclotrones, existen también en las afueras de las mayores ciudades del mundo.

Por ejemplo, casi en el centro de Moscú existen varios reactores experimentales, del mismo modo que en algunas ciudades vecinas a Bolivia, como Sao Paulo o Bogotá. Y el hecho de que en ellos trabajen estudiantes demuestra hasta qué punto es seguro su uso y el nivel de perfeccionamiento de sus sistemas de seguridad. En las principales ciudades de todo el mundo funcionan decenas de centros análogos de medicina nuclear.

Además de esto, la construcción y el uso de cualquier instalación de infraestructura nuclear están sometidos a un control por parte de organismos regulatorios nacionales e internacionales, como la IAEA, que organizan regularmente controles especiales para comprobar que las instalaciones cumplen las normas de seguridad mundiales.

— ¿Cuáles son los beneficios del proyecto para Bolivia? ¿Cómo puede influir el equipo de radiación gamma en el estado de la seguridad alimentaria del país? ¿Existe algún ejemplo de países que hayan logrado incrementar considerablemente los volúmenes de exportación de producción agrícola gracias al uso de las tecnologías nucleares?

— La realización del proyecto permitirá a Bolivia comenzar a trabajar para dominar las tecnologías nucleares y formar a personal local altamente cualificado para el sector nuclear, algo que, sin duda, incrementará el nivel de formación y ciencia en el país. También se podrá aprovechar las posibilidades del Centro para satisfacer las necesidades de la ciencia, la medicina, la geología, la agricultura y otros sectores en los que las tecnologías nucleares pueden utilizarse de forma eficaz con fines pacíficos. Las tecnologías nucleares llevan más de 70 años utilizándose en todo el mundo.

En solo un año, gracias al trabajo del Centro de Medicina Nuclear podrían someterse a pruebas de diagnóstico y a tratamiento hasta 10.000 personas con enfermedades oncológicas y cardiovasculares, así como con otras enfermedades peligrosas, gracias al uso de la terapia con radionúclidos y la radiación de neutrones.

Además de esto, los isótopos radioactivos desarrollados en el Centro llegarán a las clínicas que cuenten con complejos de tomografía por emisión de positrones en los que se llevan a cabo pruebas de diagnóstico. Cada año en un solo centro de este tipo pueden diagnosticarse enfermedades a hasta 15.000 personas en unidades de oncología, neumología, endocrinología, cardiología y neurología. Este uso del Centro incrementará la calidad de la medicina en el país y el acceso de la población a esta. Además, no solo afectará a Bolivia, sino también a sus países vecinos, que también necesitan este tipo de servicios: esto permitirá promocionar los servicios y la producción del Centro a nivel regional.

El uso de tecnologías de radiación de productos alimentarios y agrícolas para eliminar plagas y bacterias permitirá incrementar los plazos de conservación de los alimentos y gracias a la radiación para estimular la producción de semillas se logrará aumentar las cosechas: todo ello permitirá crear unas condiciones óptimas para incrementar la exportación de la producción agrícola de Bolivia. Bolivia es uno de los mayores productores de verduras, frutas, carne y productos únicos como la quinoa, e incrementar su exportación será una importante fuente de ingresos adicional para el presupuesto estatal.

En total, en el mundo existen más de 135 centros de radiación en más de 40 países. Perú, uno de los mayores exportadores de frutas y verduras a los mercados europeos, lleva tiempo utilizando tecnologías nucleares en la industria y la agricultura. Las tecnologías de irradiación con rayos gamma de los alimentos también se utilizan en otros países vecinos de Bolivia, como Ecuador, Argentina, Brasil o Cuba, donde también se utilizan tecnologías rusas. Estas tecnologías son bien conocidas en países de Asia, en los que se hace uso de la irradiación con rayos gamma para esterilizar especias destinadas a la exportación.

En resumen, el Centro de Investigación y Tecnología Nuclear de Bolivia creará unas amplias posibilidades que el país podrá utilizar para crear alianzas estratégicas y de la que podrán beneficiarse también los fabricantes, los empresarios y la sociedad en general.

— Si hablamos del efecto económico sobre la población, ¿qué puestos de trabajo, directos e indirectos, se crearán? ¿Cómo influirá el Centro en el desarrollo de la ciudad de El Alto en general?

— El Centro contará con especialistas que primero formará Rosatom y más tarde, cuando el Centro comience a operar, se formarán en él gracias al uso de su base científica. Además de los investigadores, aparecerán puestos de trabajo para el personal auxiliar. Estos puestos serán para los habitantes de la ciudad de El Alto y de otros lugares de Bolivia. Además, este tipo de complejos siempre son un centro de gravedad para iniciativas empresariales y supondrá un potente estímulo para el desarrollo de la infraestructura en general: carreteras, energía eléctrica, canalización de agua, medidas de seguridad, etc. Todo ello influirá en la calidad de vida de la gente. Se trata de un proceso integral y dinámico que dará frutos desde el primer día y durante mucho tiempo.

— ¿Cómo influirá la realización de este proyecto nuclear en la imagen de Bolivia en la región y en el mundo, así como en su soberanía?

— El Centro hará una gran aportación al incremento del potencial educativo y científico del país. El desarrollo tecnológico es uno de los criterios de valoración del progreso y la soberanía de un país. Las tecnologías nucleares ocupan un lugar importante en este sentido, ya que exigen un conocimiento completamente distinto, más elevado. Aquel que posea estos conocimientos y sepa utilizar las tecnologías nucleares, se convertirá en un líder tecnológico. Estoy convencido de que la realización del proyecto de construcción del Centro permitirá a Bolivia no solo entrar en el club de las principales potencias tecnológicas del mundo, sino también dar un salto cualitativo en la ciencia, la industria, la medicina y la calidad de vida de las personas. Tanto más cuanto que el centro que se construirá en El Alto tendrá los equipos más modernos y será el más puntero de toda Latinoamérica. El Centro se convertirá en una base científica para formar estudiantes y llevar a cabo investigación científica aplicada no solo para Bolivia, sino también para toda la región. El Centro creará una plataforma para el futuro desarrollo tecnológico y científico del país.

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