El candidato republicano es más popular que Hillary Clinton.
Mijaíl Pochuyev/TASSEstados Unidos ha elegido a su presidente. El candidato republicano, el polémico multimillonario Donald Trump, ha superado a su rival demócrata, Hillary Clinton, y ha dejado en estado de shock no solo a la comunidad de expertos, que no creía en este resultado electoral, sino también a los mercados de valores de todo el mundo y a la página de inmigración de Canadá (que no ha soportado el alud de solicitudes procedentes de Estados Unidos): ambos comenzaron a caer cuando la superioridad de Trump se hizo más o menos evidente.
Los candidatos han permanecido todo el tiempo a un escaso porcentaje de distancia. Parecía que hacia el final de la campaña electoral todo el mundo estaba en contra de Trump: los demócratas, el establishment estadounidense, sus patrocinadores e incluso su propio partido: antes de las elecciones la cumbre del partido republicano exigió su expulsión alegando que en caso de que ganara se convertiría en “el presidente más insensato de toda la historia de Estados Unidos”.
No obstante, el candidato “antisistema” ha obtenido la victoria superando los 270 escaños necesarios y sin tener ninguna experiencia anterior en la política. Su relación con Rusia era una de las principales diferencias frente a la retórica de Clinton. Moscú apostaba evidentemente por Trump como el candidato más favorable a las relaciones entre los dos países. Esto se hizo notable en la televisión rusa: los canales federales ofrecieron conexiones en directo desde los colegios electorales, mesas redondas, tertulias con participantes de distintos niveles, desde diputados hasta diplomáticos. Vladímir Putin fue el primer presidente que felicitó a Trump por su victoria.
“¿Estáis contentos o más bien horrorizados?”: esta es probablemente una de las preguntas más populares en las redes sociales durante la mañana del 9 de noviembre. Realmente, los ánimos eran bastante ambiguos. Un hombre que aseguraba que si ganaba las elecciones metería a Hillary Clinton en la cárcel y que gastaría 8.000 millones de dólares para levantar una “gran muralla” que separara a su país de México hasta ahora se consideraba en Rusia como un “tipo estrambótico”, pero ahora que ha ganado, parece que todo va en serio.
“¿Por qué estáis todos tan tristes? ¿Por qué nadie se alegra? ¡Trump presidente de Estados Unidos! ¡Es algo terriblemente divertido, y ahora todo será mucho más interesante!”, escribe en Twitter el periodista Iliá Azar.
Los liberales muestran cierta confusión. “No entiendo por qué apoya el Kremlin a Trump. No deben de haber leído su programa. Trump piensa hundir los precios del petróleo liberalizando la extracción y la exportación en Estados Unidos”, comenta el opositor Alexéi Navalni.
“Entiendo a los estadounidenses que, junto a Trump, votan a favor de la legalización de las drogas. Lo único que les queda es pincharse y olvidarse de todo”, escribe el corresponsal de la emisora de radio Eco de Moscú Vladímir Varfoloméyev, quien indica que además del candidato a la presidencia de Estados Unidos los ciudadanos votaban también por la legalización de la marihuana en algunos estados. El periodista añade que ya no sabe a quién culpará ahora Rusia de la nieve en sus portales, el mal estado de las carreteras o las bajas pensiones. “¡A Trump no!”, opina Varfoloméyev.
El hecho de que el Kremlin prefiera ver a Trump en el Despacho Oval antes que a Clinton y a sus ánimos antirrusos ha motivado una multitud de chistes y ha vuelto a alimentar una famosa teoría de la conspiración que asegura que Donald Trump es agente de Putin.
“No sé cómo consiguieron reclutar a Trump (quizás durante su visita a Moscú en 2013 para participar en un concurso de belleza). Pero no cabe duda de que lo reclutaron”, escribe la usuaria Natalia Goriachko Basalyga.
Román Gromadski comenta bromeando que el día de las elecciones Putin pudo haber emitido el siguiente decreto: “… y nombrar a Donald Trump como representante permanente en el Distrito Federal Norteamericano”.
“Putin ha intervenido en nuestras elecciones y ha ganado. Magnífico”, escribió el antiguo embajador de Estados Unidos en Moscú Michael McFaul, que más tarde eliminó el tweet.
La cuenta de Twitter falsa de Trump en Rusia @DonaldTrumpRF no se hizo esperar y desde primera hora de la mañana inundó la red de bromas como esta: “Muchos en Rusia ya se creen que con mi mandato tendrán nuevas carreteras, que ya no tendrán que limpiar de nieve sus portales y que la epidemia de VIH desaparecerá. ¡No lo permitiré!”. Otra cuenta falsa, la del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, se preguntaba: “¿Cuándo se empezarán a vender los billetes a Marte?”.
“La bandera rusa en una ventanilla y la estadounidense en la otra”
“Nos han hablado de las elecciones estadounidenses con más detalle que de las recientes elecciones parlamentarias en Rusia”, señalaba el observador de Kommersant-FM Stanislav Kucher.
Según Kucher, parece que en 2016 los estadounidenses han logrado, si no colonizar toda Rusia, al menos sí los medios de comunicación rusos: el tema de las elecciones recibió una cobertura tan intensa como si se estuviera tratando de compensar la imposibilidad de comentar tan “relajada y desinteresadamente” nuestra propia situación política. El periodista, que considera esto como una manifestación del “complejo de nuestras propias deficiencias”, concluye: “Cuando en la televisión estadounidense comiencen a debatir en horarios de máxima audiencia y con tanto énfasis las elecciones presidenciales en Rusia, solo entonces podremos decir que nos hemos vuelto verdaderamente grandes”.
Al mismo tiempo, la jefa de redacción del canal de televisión Russia Today y de la agencia informativa Rossia Segodnia, Margarita Simonián, escribía en Twitter: “Hoy llevo la bandera rusa en una ventanilla y la estadounidense en la otra. Simbolizo así mi propuesta para hacer las paces. El progreso”; en la Duma Estatal la noticia de la victoria de Trump ha sido recibida con grandes aplausos, el líder del Partido Liberal Democrático de Rusia, Vladímir Zhirinovski, ha prometido organizar un banquete con champán en honor del nuevo presidente estadounidense, y la senadora de Crimea Olga Kovitidi espera que Trump reconozca a Crimea como territorio de la Federación Rusa.
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