Reunión de ministros de Exteriores en diciembre en Bruselas.
APEl Consejo OTAN-Rusia volvió a reunirse casi dos años después de su última reunión, desde que ambas partes se distanciasen a raíz de la crisis en Ucrania y Crimea que desembocó en la suspensión de toda cooperación.
Hace dos semanas el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, anunció la celebración de esta reunión. Los principales temas que se abordaron fueron la situación en Ucrania y en Afganistán y la necesidad de incrementar la transparencia de las actividades militares para evitar incidentes como el de la semana pasada en la región del Báltico, donde un avión ruso se acercó a una aeronave y un barco estadounidenses.
En la rueda de prensa tras el encuentro Stoltenberg afirmó que "la OTAN y Rusia mantienen profundos desacuerdos (...) La reunión de hoy no ha cambiado eso", informa EFE.
Confirmó que la Alianza no retomará por el momento la cooperación práctica con Moscú aunque calificó de "muy útil el intercambio sobre transparencia y previsibilidad" para reducir riesgos de las actividades militares rusas.
El secretario general aliado aseguró que el diálogo político es "necesario y útil en tiempos de tensiones", pero dejó claro que a pesar de la "franca y seria" discusión que han mantenido no se puede decir que la OTAN "vuelva a la normalidad con Rusia", informan las agencias.
"Todos estamos de acuerdo en mantener abiertos los canales de diálogo por nuestro propio interés", apuntó.
La víspera de la reunión en ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que aceptaban la propuesta de la OTAN para retomar el diálogo interrumpido por la propia Alianza, aunque Moscú iba a ser clara en defender su postura. "Aquí tampoco -y lo dimos a entender claramente- pueden continuar las cosas como hasta ahora, ni tampoco haber un juego unilateral, y la agenda que se aprobó para la reunión de mañana refleja no solo lo que interesa a los miembros de la Alianza, sino también lo que necesita Rusia", informa Sputnik.
El diálogo anterior incluía la planificación de la primera misión militar conjunta y reuniones militares o civiles. A pesar de la vuelta al diálogo, ambas partes reconocen que la situación no volverá a ser como antes y que todavía hay numerosas dificultades por superar.
El embajador ruso ante la Alianza, Alexander Grushkó declaraba que "la OTAN debe determinar su actitud hacia Rusia: no veo posibilidades de mejora en nuestras relaciones si sigue insistiendo en la intimidación", informa el diario alemán Die Welt. El diplomático hacia referencia al reciente envío al mar Báltico, concretamente a la región de Kaliningrado, del destructor estadounidense Donald Cook. "No es una acción militar, es un intento de ejercer presión militar sobre Rusia", agregó.
En cualquier caso, las partes coincidieron en la importancia de implementar los acuerdos de Minsk, para pacificar Ucrania.
"Todos los 29 miembros del Consejo Rusia-OTAN coincidieron hoy en la necesidad de la implementación completa y rápida de los acuerdos de Minsk", dijo Stoltenberg a la prensa.
Destacó que "todos los firmantes de los acuerdos deben cumplir con sus compromisos y Rusia tiene una gran responsabilidad al respecto". Grushkó también se refirió al paple de la OTAN en Ucrania: "Si la OTAN quiere contribuir al arreglo, debe dar las señales correspondientes, bastante claras, de que debe poner fin a la actividad militar", informa Sputnik.
Por otra parte, ayer se celebró una reunión de la Comisión OTAN-Ucrania, país socio pero no miembro de la Alianza Atlántica, a la que asistió el viceministro ucraniano de Exteriores, Vadim Pristaiko, informa EFE.
Rusia considera a la OTAN como una de las principales amenazas para su seguridad.
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