Rusia prueba en Siria un nuevo caza antes de enviarlo a China

Vitaliy Ankov/RIA Novosti
La dirección del Estado Mayor General de Rusia ha decidido probar sus nuevos cazas Su-35S en condiciones de combate real en Siria. A finales de 2015 se firmó un contrato de 2.000 con China para entregar 24 nuevos aparatos.

Una escuadra de Su-35S despegó hace unos días de su base aérea en Astracán. La ruta de los cazas transcurría a través del mar Caspio y atravesaba el espacio aéreo de Irán e Irak hasta la provincia siria de Latakia.

Según el general mayor Ígor Konashenkov, representante del Ministerio de Defensa, los cazas Su-35S comenzaron a prestar servicio en la base aérea de Jmeimim la semana pasada. Konashenkov recordaba la decisión tomada recientemente de que todos los aviones rusos que desempeñen sus tareas en el cielo sirio lo harán siempre cubiertos por cazas rusos y sirios, así como por sistemas antimisiles modernos como los S-400.

¿Por qué Rusia envía nuevos cazas a Siria?

A finales de 2015 Rusia y China firmaron un acuerdo para la venta de 24 nuevos cazas Su-35. El contrato está valorado en unos 2.000 millones de dólares. El precio de uno de estos cazas es de 83 millones de dólares.

“Antes de enviar los cazas Su-35S a China, el Ministerio de Defensa y Rosoboronexport deben llevar a cabo pruebas de estos aparatos en una situación militar real”, informa a RBTH una fuente en el complejo industrial militar de Rusia.

“En estos momentos, la participación de la agrupación aérea rusa en Siria ha incrementado considerablemente el interés de los compradores extranjeros por los aviones rusos, tanto por los modelos antiguos Su-24 y Su-25M como por el nuevo bombardero Su-34. Distintos medios han anunciado que un país de África del Norte podría comprar próximamente varios bombarderos Su-34”, subrayaba la fuente de RBTH.

En la actualidad, Rosoboronexport está negociando la posible venta de cazas Su-35 con representantes de los Emiratos Árabes Unidos.

Amenaza militar de Turquía

Hace unos días, las unidades de las Fuerzas Aéreas de Turquía entraron en estado de alerta debido a una supuesta violación del espacio aéreo del país por parte de un Su-34 ruso. Sin embargo, Moscú ha desmentido esta información asegurando que ningún avión ruso ha cruzado la frontera.

“Teniendo en cuenta la situación política actual, los cazas Su-35S se envían a la región para reforzar la agrupación de las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación de Rusia. Se trata de un caza polivalente que puede realizar tanto tareas de combate aéreo como de eliminación de objetivos terrestres”, asegura Iván Konoválov, director del Centro de Coyuntura Estratégica.

El experto subraya que el nivel de alerta “naranja” obliga a los pilotos de las Fuerzas Aéreas de Turquía a reaccionar a cualquier amenaza y les permite tomar decisiones de forma independiente. A partir de ahora, el piloto de cualquier caza podrá derribar un avión ruso si considera que este supone un peligro para la seguridad del país.

El Su-35 es un caza polivalente de generación 4++, el último avión de combate construido a partir de la plataforma T-10S, que ha servido de base a los cazas de las series Su-27/Su-30 y sus modificaciones. Se trata de un nuevo vehículo con aerodinámica del Su-27 y elementos radioelectrónicos de aviación militar de quinta generación. En el marco del programa estatal de armamento actual, las Fuerzas Aeroespaciales esperan recibir 96 aviones Su-35S antes de 2020.

 

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