¿Ha terminado la crisis económica de Rusia?

Expertos responden a la optimista afirmación del gobierno.

Expertos responden a la optimista afirmación del gobierno.

Antón Vagánov/TASS
La económica de Rusia está saliendo de la crisis a marchas forzadas y próximamente recuperará su trayectoria de crecimiento, según la postura oficial. Los políticos prometen mayor bienestar. La opinión entre los expertos varía, los hay optimistas y quienes destacan la incertidumbre del momento actual.

Las peores noticias de la economía rusa quedan atrás, opina el vice primer ministro Ígor Shuválov, quien asegura que la economía de Rusia vuelve a funcionar y que el año que viene mostrará un crecimiento en el nivel del 1 %.

Además, el gobierno considera que la caída de los ingresos de los rusos ha terminado. En 2017 el aumento del bienestar se convertirá en una “tendencia para todos los grupos de la población”.

El funcionario también declaraba que el sistema financiero de Rusia se está estabilizando y reforzando. “El sector bancario se hace cada vez más fuerte. Las aseguradoras se encuentran también en un periodo de formación de un nuevo mercado de seguros. (…) El sistema financiero y bancario en su totalidad se está volviendo más estables”, subraya Shuválov.

Un gran estancamiento financiero

La postura oficial del Estado está clara: la economía ha abandonado las profundidades y va emergiendo poco a poco. Pero, ¿cambiará realmente la calidad de la vida de los rusos y el nivel de ingresos a pesar de que el PIB demuestra un crecimiento apagado durante los próximos años? Lenta.ru dirige esta pregunta a varios expertos.

Anatoli Axákov, presidente del comité de la Duma Estatal para el mercado financiero: “Sí, puede decirse que ha llegado un cambio radical en el desarrollo económico. A partir del tercer trimestre la situación está adquiriendo un ritmo positivo. Hemos observado un crecimiento en la industria y en el ámbito agrícola este crecimiento es más perceptible. La situación de los ingresos reales de la población también está mejorando y los salarios están superando el nivel de la inflación, aunque no demasiado.

Es evidente que el año que viene se registrará un crecimiento económico. Esto se reflejará también en la situación del mercado de valores.

Creo que un factor clave es la adaptación de la economía a los bajos precios del petróleo y a las sanciones. Cuando la economía está en crisis, siempre se produce una reagrupación interna de fuerzas. Cualquier organismo (y la economía es un organismo vivo) moviliza los recursos internos para vencer a la enfermedad.

Otro factor importante es la estabilización de los pecios del petróleo en su nivel actual de 50 dólares por barril. En el presupuesto el precio previsto es de 40 dólares. Pero de todos modos, lo principal es la adaptación de la economía a las nuevas circunstancias”.

Yakov Mirkin, director del departamento de mercados internacionales de capital del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia Rusa de Ciencias, señala: “Evidentemente, los altos cargos del gobierno deben intentar crear unas expectativas positivas. El aspecto psicológico es muy importante para el crecimiento económico. Pero debe estimularse el crecimiento.

Por ahora, la situación es la misma que la del año pasado. La economía rusa depende totalmente de los precios mundiales de las materias primas, del tipo de cambio del dólar, de la demanda física de combustible. Fuera de nuestras fronteras hay una incertidumbre total capaz de sacarnos de la crisis o, por el contrario, provocar una nueva oleada”.

Serguéi Jestánov, consejero de macroeconomía del director general de Open Broker, comenta: “Lo más acertado que podemos decir sobre este asunto es que ‘el mercado ha tocado fondo y ha empezado a cavar más profundo’. Yo ya he me vuelto alérgico a nuestros políticos. En cuanto estos dicen algo acerca del fondo de algo, podemos esperar lo peor”.

“En realidad, en parte tienen razón cuando aseguran que el ritmo de la caída de la economía rusa se está reduciendo. Nuestra economía se está recuperando a costa de recortes en los gastos a todos los niveles. Pero esto funciona con una importante condición: siempre que no haya ninguna conmoción en materia de economía exterior. En ese caso, es probable que el año que viene alcancemos un equilibrio localizado o que incluso mostremos un ligero crecimiento.

En lo que respecta a los salarios, yo trataría este tema con bastante más cautela. Los parámetros de la economía sumergida son muy difíciles de analizar. Es bastante más fácil analizar un parámetro indirectamente relacionado con los salarios, como es la facturación del comercio minorista. Si nos fijamos en él, vemos que el año ha sido muy duro.

El comercio ha perdido un 15 % de la facturación. Si, la economía se adaptado considerablemente desde el punto de vista del consumidor. Pero esto podrá constatarse con mayor seguridad cuando la caída de la facturación sea nula y se mantenga así durante un trimestre o dos.

No hay que descartar que la gente comience a ampliar sus ahorros. Pero la tendencia a reforzar los ahorros corresponde al comportamiento de un consumidor asustado que teme el futuro empeoramiento de la situación y que opina que todavía no hemos tocado fondo. Hay que esperar a que este temor desaparezca”.

Artículo publicado originalmente en Lenta.ru.

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