Cómo pasar tres días perfectos en Sochi

Viajes
ALEXANDRA GÚZEVA
Esta ciudad meridional es hermosa en cualquier época del año. Además, aquí se puede disfrutar doblemente: del mar y de la montaña.

Hay un gran número de vuelos de Moscú a Sochi. También hay vuelos directos desde muchas ciudades rusas, así como desde 16 países extranjeros: Turquía, Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Egipto y otros.

Se puede ir fácilmente a Sochi sólo un fin de semana. En verano puedes bañarte en el mar, que está a 10 minutos del aeropuerto, y en invierno puedes esquiar en las montañas.

Pero te aconsejamos que vengas a Sochi al menos tres días. Así podrás disfrutar tanto de la montaña como del mar, así como de lugares de interés cultural y deportivo (¡aquí se celebraron unos Juegos Olímpicos!).

Día 1

Llegamos a Sochi (distrito de Ádler) y, al bajar del avión, respiramos inmediatamente el aire fresco del mar. Tomamos un tren hasta la ciudad y luego caminamos hasta el paseo marítimo desde cualquier punto. Admiramos el edificio de la estación marítima de Sochi en el espíritu del art déco soviético. Damos un paseo por la orillas del mar, asomándonos a los minicafés y tiendas.

Visitamos el Arboreto de Sochi. Es interesante no sólo por los cientos de especies de plantas subtropicales. Es un original complejo de jardines y parques, donde se puede montar en el teleférico hasta la estación superior, contemplando las montañas y el mar, así como buscar pelícanos en el Parque Inferior.

Tomamos un taxi o un carsharing (aquí están por todas partes, es muy cómodo) y vamos a la dacha de Stalin en Matsesta, uno de los distritos de Sochi. También se puede llegar en tren, pero prepárate para caminar cuesta arriba. Durante la excursión admiramos las vistas de los pinos y el mar, escuchamos las historias sobre la piscina de agua de mar de Stalin, así como por qué las cortinas de su dacha no debían llegar hasta el suelo (la respuesta es: ¡para que nadie pudiera esconderse detrás de ellas!).

Vamos a cenar a un restaurante situado en el paseo marítimo, escuchamos a músicos callejeros y bailamos después de tomar una copa de vino espumoso local (¡está muy bien!).

Día 2

Volvemos a Ádler. Nos bañamos en el mar, si es temporada (y esta dura de mayo a octubre).

Paseamos por el largo malecón y... el río de montaña Mzimta. Aquí hay muchos restaurantes y tiendas, así que no te aburrirás.

Es estupendo planear una visita a Ádler durante eventos deportivos. Por ejemplo, asistir a un partido de fútbol en el Estadio Olímpico Fisht, donde también se celebró la Copa Mundial de la FIFA 2018. O ver hockey sobre hielo en el vecino Palacio de Hielo Bolshói. Muchos combinan ambas alegrías a la vez.

En Sochi se celebran a menudo diversos eventos deportivos: maratones, triatlones y muchos otros. Así que puedes participar tú también.

Si viajas con niños, visita el Parque de Sochi y disfruta de las atracciones y la noria.

Y de 19:00 a 20:00, al lado de la llama olímpica, asistirás al espectáculo de las Fuentes Cantantes.

Día 3

¡Vámonos a la montaña! Puedes llegar en tren, autobús, taxi o coche compartido; hay aparcamientos incluso en las montañas. La nueva autopista y el ferrocarril se construyeron para los Juegos Olímpicos de 2014 y es una auténtica maravilla de la ingeniería. Saltando las habituales serpentinas montañosas, ni siquiera notarás cómo subes a una altura de 560 metros para llegar a Krásnaia Poliana.

Krásnaia Poliana es el nombre común de la zona donde hay varias estaciones de esquí (Rosa Jútor, Krásnaia Poliana, Gazprom). La temporada de esquí aquí dura desde finales de diciembre hasta mediados de marzo.

Pero incluso fuera de temporada es agradable pasear por aquí y hay mucho que hacer.

Vídeo https://disk.yandex.ru/i/kCELSWB7Unj57Q

Sube en teleférico a la Villa Olímpica de la estación Rosa Jútor. Hay muchos hoteles y restaurantes agradables, así como un rodelebahn, tubing (incluso en verano) y una granja de alpacas.

Se puede comprar un billete sencillo y subir a la cima: el Pico Rosa (2.320 metros). Puedes montar en un columpio sobre el abismo, subirte en telesilla hasta las cascadas y disfrutar de las vistas de la cordillera del Cáucaso. Abrígate bien, incluso en verano hace bastante viento y frío.

Y por la noche puedes visitar el casino de Krásnaia Poliana. Sólo hay unas pocas zonas de juego autorizadas en Rusia, y ésta es una de ellas. Juega con cuidado para que te quede dinero al menos para volver al aeropuerto.

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