Peredélkino: Сómo es el ‘paraíso’ de los escritores en las afueras de Moscú (FOTO)

Peredélkino
Hoy es un lugar de atracción para la gente creativa y los hípsters, pero antaño fue un apartado rincón del bosque donde se suponía que los escritores soviéticos deberían crear nueva literatura.

En 1932, Maxim Gorki, el principal escritor soviético, tuvo la idea de crear una especie de residencia literaria. Había visto algo parecido en Europa. Seleccionar a 20 escritores de talento, proporcionarles todas las condiciones materiales y oportunidades para que pudieran sentarse a escribir libros “que respondieran a la solidez de las cuestiones de la época...”.

Stalin aprobó la idea y sugirió ir más allá: “Construir a los escritores un hotel cerca de Moscú no es suficiente. Un escritor no querrá separarse de su familia durante mucho tiempo... No un hotel, sino una ciudad debería construirse para los escritores en algún lugar cerca de Moscú, donde pudieran vivir juntos con sus familias, sin molestar los unos a los otros, y crear intensamente”.

Un edificio en el territorio de la Casa creativa en el pueblo de Peredélkino en Moscú.

Así, en la década de 1930, en el pueblo de Peredélkino, cerca de Moscú, apareció la “ciudad de los escritores”. Las dachas se asignaban a escritores de por vida, y seis meses después de su muerte, la asamblea de la ciudad de los escritores podía elegir a un nuevo propietario.

Los primeros residentes de Peredélkino fueron Borís Pasternak, Borís Pilniak, Iliá Ehrenburg, Isaac Bábel, Kornéi Chukovski y muchos otros. En diferentes épocas también vivieron aquí Valentín Katáiev, Alexánder Fadéiev, Konstantín Símonov, Yevgueni Yevtushenko, Bulat Okudzhava. En general, todos los escritores y poetas que pertenecían al “Olimpo literario soviético”.

Hoy en día, al lado de las antiguas dachas de madera de los escritores se construyen lujosas villas de ricos moscovitas, rodeadas de vallas inexpugnables.

Cómo llegar:

En tren: llegar hasta la estación Peredélkino (desde la estación de ferrocarril de Kievski) y después ir 20 minutos a pie o en los autobuses 468 y 316 hasta la parada “ciudad de los escritores”.

En metro: ir hasta la estación Novoperedélkino y tomar el autobús 316 hasta la parada Ciudad de los escritores.

En coche: ir hasta el aparcamiento cerca de la Iglesia del Santo Príncipe Ígor de Chernígov e ir andando 10 minutos.

Residencia del patriarca y cementerio de escritores

Iglesia de Santo Príncipe Ígor de Chernígov (Novo-Peredélkino).

A todos los visitantes de Peredélkino les llamará la atención la enorme y colorida Catedral del Santo Príncipe Ígor de Chernígov. Se parece a la Catedral de San Basilio de la Plaza Roja por sus cúpulas multicolores

Construida en 2012, es una interpretación moderna del estilo ruso.

Detrás del templo se encuentra la residencia de verano del Patriarca de Moscú y toda Rusia. Se construyó aquí en los años 50, y en los 2000 se levantó un nuevo edificio.

Desde aquí, el navegador te llevará hasta la ciudad de los escritores a través del cementerio de Peredélkinskoie. Aquí descansan famosos residentes locales: Borís Pasternak, Kornéi Chukovski, el poeta Arseni Tarkovski (padre del famoso director de cine Andréi Tarkovski), Robert Rozhdéstvenski, Yevgueni Yevtushenko y muchos otros.

Casa сreativa de los escritores

Después de pasaer 10 minutos por la carretera llegarás a las puertas del pueblo. Te recibirá un tranquilo bosque cercano a Moscú con caminos asfaltados como en un auténtico sanatorio soviético.

El primero en saludarte será un edificio soviético modernista de cristal. Se trata de la Casa creativa de los escritores, el principal lugar de atracción de Peredélkino. Aquí se celebran encuentros literarios y exposiciones, hay una bonita biblioteca de estilo retro y, por supuesto, un café (no todo es comida espiritual).

El edificio se construyó en 1966 y funcionó como club, cine y biblioteca. Pero desde los años 90 estaba abandonado y se encontraba en una terrible decadencia. En 2020 lo restauraron cuidando mucho los detalles e intentando conservar el espíritu de los años 60.

Y lo han conseguido: todo, desde las escaleras, los armarios, los sillones tapizados hasta el olor de los libros antiguos, permite hacer un pequeño viaje en el tiempo y respirar el ambiente literario. Puedes leer un libro o sentarte en la terraza para disfrutar del aire del bosque.

El edificio de cristal de la Casa creativa está adosado a un edificio estalinista de estilo imperio. El edificio histórico con columnas se construyó antes, en 1955, y contaba con 40 habitaciones que eran una especie de salas de trabajo para escritores. Los que no conseguían una dacha privada podían obtener un permiso de residencia temporal en este edificio. Sin embargo, no era una tarea fácil, ya que cada candidato debía ser aprobado por la Fundación Literaria estatal.

Visita el bar-bufé de la planta baja del edificio histórico y cena al estilo soviético, imaginando cómo los grandes literatos bebían aquí hace décadas.

Pero si quieres tener buenas vistas y más comodidad, ve al restaurante acristalado "Biblioteka" que está justo al lado. Pero ten en cuenta que los fines de semana siempre hay mucha gente, por eso puede que sea más cómodo picar algo en el bar y continuar el paseo.

Otro edificio que recuerda un sanatorio soviético es el hotel. Por cierto, cualquiera puede pasar la noche aquí, sólo hay que reservar una habitación con antelación.

En 2020 se reanudó el programa de residencias en Peredélkino. Escritores, dramaturgos, traductores e investigadores pueden presentar una solicitud y alojarse en el hotel de la Casa creativa, donde el ambiente favorece a la creatividad.

Sigue caminando por el camino rural hacia las casas de verano de los escritores. Una de las primeras en nuestro camino es la casa de Kornéi Chukovski. “Ya he pasado veinticuatro horas en nuestra dacha, y me gusta mucho. El silencio es absoluto. El bosque. No se ve a una sola persona en semanas”, escribía entusiasmado. 

Muy a menudo venían sus hijos a ver a Chukovski. Les leía y trabajaba con ellos. Y luego destinó parte de su terreno a una biblioteca infantil e invirtió su propio dinero en su construcción. Chukovski vivió aquí, en Peredélkino, de 1938 a 1969, hasta su muerte. Hoy es un museo y un monumento histórico (lo que significa que hay que comprar una entrada para entrar, o mejor venir en una visita guiada, entonces también te enseñarán el manto de la Universidad de Oxford, cuyo doctor honoris causa fue el escritor).

Después de despedirnos de Chukovski y añadir un par de sus obras a nuestra lista de lectura veraniega, vamos a visitar a otro famoso habitante de la dacha.

Borís Pasternak vivió en su dacha de Peredélkino de 1939 a 1960. Famoso escritor soviético, era muy aficionado a la jardinería.

El escritor ruso y Premio Nobel Borís Pasternak en el jardín de su casa.

Pasternak vivió aquí, incluso cuando cayó en desgracia, cuando estuvo a punto de ser descatalogado y perseguido por su novela Doctor Zhivago, publicada en Occidente, y por haber sido galardonado con el Premio Nobel. Por cierto, el escritor se encontraba aquí cuando se enteró de que le habían concedido el premio. Todos estos acontecimientos afectaron mucho a la salud del escritor. Murió en Peredélkino y fue enterrado aquí en el cementerio. Ahora su dacha se ha convertido en una casa-museo (así que no te olvides de comprar una entrada).

Dejamos a Pasternak y caminamos tranquilamente de vuelta a la estación y al aparcamiento. Pero por el camino fíjate en la casita de madera de la esquina. Es el lugar donde Andréi Tarkovski rodó su película de culto Espejo.

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