El nombre Zariadie significa que esta zona, situada detrás del Kremlin, entre el río Moscova y Varvarka, está "detrás de las filas": aquí se comerciaba desde el siglo XII. Desde el siglo XV se consideraba muy prestigioso vivir en Zariadie. Aquí nació el futuro zar Mijaíl Fiódorovich, el primero de los Romanov. Por cierto, la cuna de la dinastía real se puede ver incluso hoy: el aposento de los boyardos Romanov, en el parque, es una de las casas más antiguas de Moscú.
Durante varios siglos, Zariadie, y con él todo el distrito de Kitái-gorod, estuvo rodeado por una muralla de piedra. Fue construida en el siglo XVI para protegerse de las incursiones por los mismos artesanos que construyeron el Kremlin. La longitud de la muralla de Kitái-Gorod era de 2,6 km y su grosor de seis metros. En el siglo XX, la ruinosa muralla fue demolida y sólo quedaron fragmentos. Uno de ellos se encuentra en el Museo Subterráneo de Zariadie.
El lugar contiguo al Kremlin no dio descanso a los arquitectos soviéticos. Parecía ideal para un edificio supermoderno que sustituyera a los viejos edificios Posadski y se elevara sobre el río Moscova.
¿Un rascacielos en lugar de viejas casas? Por qué no: en la década de 1940, las autoridades moscovitas decidieron que Zariadie era el lugar perfecto para un edificio administrativo de 32 plantas, el octavo rascacielos estalinista de Moscú. La construcción comenzó en 1947, pero tras la muerte de Stalin el proyecto se canceló. Como resultado, en este emplazamiento apareció el Hotel Rossiya, que a finales de la década de 1960 se consideraba el más grande del mundo.
En 2017, en el emplazamiento del hotel Rossiya apareció un moderno parque que combina armoniosamente el desarrollo urbano y el paisaje natural. Fue construido según el proyecto de la oficina estadounidense Diller Scofidio + Renfro y el taller Hargreaves Associates y la empresa moscovita Citymakers.
Zariadie es el parque más innovador del país. Por ejemplo, en el Flight Media Complex se puede hacer un viaje virtual por Rusia y ver sus montañas, lagos y bosques a vista de pájaro. Aquí los helados y el café los venden baristas robotizados.
Un paseo por las callejuelas y terrazas del parque es una especie de encuentro con la naturaleza de Rusia: aquí están representadas más de 120 especies de plantas de distintas partes del país, desde la tundra y la taiga hasta los pantanos y las estepas. En Zariadie apenas se oye el ruido de la ciudad, sólo suena música suave y desde casi cualquier punto se puede disfrutar de una fantástica vista del viejo Moscú.
Es el único lugar ruso que la revista Time incluyó en su lista de 2018 de los cien mejores lugares del mundo. La publicación destacó que es la primera vez en medio siglo que aparece un nuevo parque público en la capital rusa.
En Zariadie hay varios museos, entre ellos las Salas del Antiguo Corte Inglés (aquí se encontraba la primera representación extranjera en el principado moscovita) y las Salas de los Boyardos Romanov, con una exposición sobre la historia de los boyardos en los siglos XV-XVI. El Museo Subterráneo, la sala de exposiciones del Centro de Medios de Comunicación y la Galería del Aparcamiento acogen exposiciones de arte contemporáneo.
El principal punto de atracción de Zariadie es el Puente elevado, que se arquea sobre el río Moscova. Desde aquí se ven perfectamente el Kremlin, los diques Moskvoretskaia y Rausch, el puente Bolshói Moskvoretski y los rascacielos del dique Kotélnicheskaya. Siempre está abarrotado: aquí se hacen las fotos con las vistas más sugestivas de la capital.
Especialmente para Zariade, el artista Alexander Ponomariov creó una instalación artística de 14 km de tuberías curvas en las que se congelan 70 toneladas de agua. En esta cueva -el espacio del invierno eterno- podrá imaginarse en algún lugar del extremo norte de Rusia.
¿Quiere hacer el viaje más rápido posible a través de Rusia? Entonces vaya a Florarium, un invernadero aeropónico futurista en el que las plantas no necesitan agua ni tierra. Incluso no se parece a un arboreto normal, sino que tiene forma de espiral. Aquí se reúnen más de trescientas especies de plantas de todas las regiones de Rusia en 89 fitocajas especiales. Todo el recorrido del Florarium ocupa sólo 49,5 metros y se considera oficialmente la forma más corta de recorrer el país.
En Zariadie no sólo se puede pasear, sino también escuchar música. La sala de conciertos parece una caja de cristal - su espacio está cubierto con una "corteza de cristal": la luz del día penetra por las paredes transparentes y por la noche convierte el edificio en un enorme cristal resplandeciente de luces. La acústica de la sala fue creada por el famoso ingeniero japonés Yasuhisa Toeta, autor de proyectos similares para las salas de conciertos del Teatro Mariinski, la Filarmónica del Elba de Hamburgo y el Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles. La sala de conciertos fue inaugurada por Valeri Guérguiev, director artístico del Teatro Mariinski.
Otra característica del Zariadie es un cine que proyecta películas en 360º. Aquí no hay asientos, y se puede pasear durante la proyección, eligiendo el mejor ángulo. Los espectadores pueden sentir la brisa y oler distintos olores, sumergiéndose de lleno en la historia. Por ejemplo, se puede ir en un vuelo con Yuri Gagarin: los artistas mediáticos Jan Kalnberzin y Evgueni Afonin han creado una secuencia de vídeo que crea la impresión de viajar por el espacio exterior.
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