Es aquí, no lejos del pueblo de Morskoye (y de la ciudad de Zelenogradsk), donde se encuentra una de las dunas más altas de Europa, la duna de Oréjovaya. Se extiende 2,4 km a lo largo de la bahía, y hoy en día hay un sendero ecológico con muchas plataformas de observación a lo largo de ella.
Muchos turistas observan el efecto de las "arenas cantarinas" en la duna, cuando los granos de arena se frotan entre sí debido al viento, y parece que emiten diferentes sonidos.
El punto más alto de la duna (62 metros) se llama Altura Efa en honor del científico e inspector de dunas Wilhelm Franz Efa (1828-1904). Trabajó en el istmo de Curlandia durante más de 40 años. En aquella época, estas tierras formaban parte de Prusia Oriental.
A principios del siglo XIX, debido a la deforestación, las arenas de las dunas se pusieron en movimiento y empezaron a apoderarse rápidamente de todo lo que encontraban a su paso, engullendo los asentamientos de los alrededores. Las raíces de los árboles ya no podían sostenerlos. Para detener las arenas, hubo que volver a plantar árboles.
Efa desarrolló un método eficaz para consolidar las dunas, y sólo a principios del siglo XX se pudo detener la expansión de las arenas.
El proceso de consolidación de las arenas continúa hoy en día. Además, los turistas sólo pueden transitar por senderos ecológicos, pero está prohibido "pisotear" las dunas.
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