En el parque no sólo se puede montar en bicicleta y pasear por el terraplén del río Moscova, sino también contemplar las iglesias de madera y los “ostrogi” más raros de los siglos XVII-XVIII, traídos a la capital desde los pueblos vacíos del norte. Con este museo de arquitectura de madera comenzó la historia del parque en 1923.
La iglesia de San Jorge el Victorioso fue traída de la región de Arcángel. Está pintada con una ornamentación inusual en el exterior.
La torre de Sumskói Ostrog, por su parte, procede de un antiguo asentamiento pomor de Carelia.
Pero Kolómenskoie es algo más que un parque-museo. La gente ha vivido allí durante siglos. El asentamiento fue mencionado por primera vez en 1336.
Allí también se conserva la Iglesia de la Ascensión del Señor, que el príncipe Vasili III mandó construir en honor del nacimiento de su hijo Iván (el futuro Iván el Terrible) en 1532. Por cierto, ¡la primera iglesia de “tiendas de piedra” de Rusia!
En el siglo XVII, Kolómenskoie ya se convirtió en residencia campestre de verano de los príncipes moscovitas.
De aquella época se conservan tres de los seis jardines. Aún hoy se puede pasear por ellos. Sin embargo, el palacio de madera del zar Alexéi Mijáilovich no es más que una reconstrucción moderna de su antigua residencia.
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