Es visible desde lejos: bajo la cruz se sitúa la luz del faro, y ocho iconos iluminados en huecos.
No se celebran servicios religiosos, pero al pontón acuden barcos y embarcaciones con técnicos. También acuden turistas.
Fue construido por iniciativa del jefe de una de las navieras locales y consagrado por el Patriarca Kirill en nombre de Nicolás el Maravilloso, patrón de los marineros.
La confluencia de estos dos ríos se considera un lugar sagrado, y los viajeros tienen la tradición de lavarse en las aguas del Obi y el Irtish. Sólo se puede ver en verano, en invierno la capilla se traslada a un lugar apartado.
La ciudad más cercana a la desembocadura del Obi y el Irtish es Janti-Mansisk, a unos 20 km.
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