El verano llega a las regiones septentrionales de Rusia, y la deshabitada y fría tundra se cubre de repente con una alfombra de colores brillantes. La época de floración comienza hacia mediados de junio y dura hasta mediados de agosto.
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En primer lugar, toda la tundra se transforma de una extensión blanca y nevada a una alfombra verde de suave musgo. En cuestión de días, aparecen flores dispersas que se abren paso entre las frías piedras grises.
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Florecen las agujas verdes de los alerces, hay campos enteros llenos de violetas, flores rosas y amarillas de los rododendros. Las bayas de verano, los arándanos, los camemoros y las moras de vaca dan color a la tundra.
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En los Urales Polares, la tundra alberga ejemplares raros, las llamadas rosas siberianas. Además, en Chukotka hay unas 400 especies de musgos y líquenes, entre los que destaca la floración del Chamaenerion.
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Yuli Shajrái
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