A principios del siglo XVIII, ante el reto de abastecer a la nueva capital de Rusia, San Petersburgo, con cereales y otros productos del interior del país, Pedro el Grande inició una red de transporte fluvial entre San Petersburgo y la cuenca del río Volga. Estas vías se desarrollaron aún más durante el reinado del emperador Pablo (1796-1801), quien la denominó la Vía Fluvial Marinski en honor a su consorte, la emperatriz María Fiódorovna.
La vía fluvial Marinski se extendía desde el río Neva en San Petersburgo hasta el lago Ládoga y luego a través del río Svir hasta la orilla sur del lago Onega. Más allá del Onega, el río Vitegra y el canal conducían por el río Kovzha al Lago Blanco (Beloe ozero). Ese lago es drenado por el río Sheksná, que en su camino hacia el puerto del Volga en Ríbinsk pasa por lo que ahora es el gigante industrial de Cherepovéts.
En 1909, el fotógrafo y químico ruso Serguéi Prokudin-Gorski fotografió extensamente el curso del río Sheksná a petición del Ministerio de Transportes. Además de las operaciones de dragado e instalaciones hidráulicas, también fotografió escenas idílicas con campesinos durante la recolección de la cosecha de verano, cuando el tiempo parecía haberse detenido.
Antes del acero, un centro religioso
El viaje a lo largo del Sheksná finalmente lo llevó a la pequeña ciudad de Cherepovéts, que fotografió sólo desde la lejana orilla derecha del río. Sin embargo, sus instantáneas muestran características importantes que permanecen hasta el día de hoy.
Situada en la confluencia de los ríos Sheksná y Yagorba en la parte occidental de la provincia de Vologdá, Cherepovéts es conocida como la sede de Severstal (“Acero del Norte”), una de las empresas industriales más grandes de Rusia. La ciudad tiene ahora una población de unos 318.000 habitantes.
Aunque esta zona en la margen izquierda alta del Sheksná fue colonizada por eslavos a más tardar en el siglo X, Cherepovéts no obtuvo un estatus formal hasta la década de 1770. El núcleo de la ciudad surgió del Monasterio de la Resurrección, fundado alrededor de 1362 por Feodosi y Afanasi (m. 1392), monjes del Monasterio de la Trinidad-San Sergio, el principal centro del monacato moscovita.
Construido con troncos, el monasterio fue quemado en 1610 por las fuerzas polaco-lituanas durante una crisis dinástica y social generalizada conocida como Periodo Tumultuoso. La primera estructura de mampostería del monasterio consistió en una reconstrucción en 1752-56 de la Iglesia de la Resurrección (destruida por un rayo en 1713), con dos altares secundarios dedicados a San Juan el Divino y a los Santos Feodosi y Afanasi.
El Monasterio de la Resurrección fue clausurado en 1764 como parte de la secularización de las propiedades monásticas llevaba a cabo por Catalina la Grande. Convertida en parroquia, la iglesia se convirtió en la Catedral de la Resurrección después de que Cherepovéts obtuviera el estatus de ciudad en 1777. Como parte de los esfuerzos de Catalina por desarrollar centros provinciales, Cherepovéts obtuvo un plan urbanístico (1782) con la catedral y sus vistas al río como referencia. Las imágenes de Prokodin-Gorski muestran claramente su posición dominante.
Tras el cierre de la catedral en 1934, sus cinco cúpulas decorativas fueron demolidas, pero sus pinturas murales de mediados del siglo XIX se salvaron. Durante la guerra, la estructura albergó una instalación de reparación de motores de aviones, pero en 1946, fue devuelta a la Iglesia Ortodoxa oficial como único lugar de culto en funcionamiento de la ciudad. Las cúpulas fueron restauradas a finales de la década de 1980.
Prokudin-Gorski también fotografió la zona justo al norte, marcada por la Iglesia de la Natividad de Cristo (1789), construida en 1789 en lo que entonces era el pueblo de Rozhdestvénskoe (“Natividad”). Su forma neoclásica sobre el río quedó gracilmente capturada en una foto lejana hecha por Prokudin-Gorski.
Cerrada en 1931 y reconvertida para su empleo industrial, la Iglesia de la Natividad se encontraba ya en mal estado. El resto de su estructura fue gravemente dañada por un incendio en 1989. Entre 1992 y 1997, una renacida parroquia reconstruyó la iglesia y el campanario hasta dotarla de su forma original como se ve en mis fotografías.
Expansión industrial
Un gran estímulo para el crecimiento de Cherepovéts se produjo con la expansión del Sistema de Canales Marinski en 1810. Como el principal asentamiento en la larga sección del canal que correspondía al Sheksná, Cherepovéts se convirtió en base para la construcción y reparación de barcos, además del transporte de barcazas. A mediados del siglo XIX, su población se había más que triplicado, hasta más de 3.000 personas.
Después de la liberación de los siervos en 1861, Cherepovéts se benefició del enérgico liderazgo de Iván Miliutin, industrial y magnate de la navegación que no sólo impulsó el desarrollo de las instalaciones fluviales de la ciudad, sino que también fue su alcalde desde 1861 hasta su muerte en 1907. A pesar de haber cursado sólo un año de estudios formales, Miliutin poseía una gran perspicacia para los negocios. Sus esfuerzos filantrópicos también dotaron a la ciudad de varias escuelas y condujeron a importantes mejoras en su infraestructura. La casa de Iván Miliutin, originalmente situada detrás de la línea de árboles en una de las imágenes de Prokudin-Gorski, ha sido cuidadosamente reconstruida en un parque con vistas a la confluencia de los ríos Yagorba y Sheksná.
Al sur del centro de la ciudad, Prokudin-Gorski fotografió la amplia extensión del puerto de Sheksná, sobre el que se levanta la Capilla del Icono de la Virgen “fuente vivificante”. Construida en la década de 1880, la capilla fue cerrada en 1924 y quedó muy destruida durante el período soviético. Mis fotografías muestran la capilla después de su restauración, a principios de este siglo.
Las bucólicas vistas que Prokudin-Gorski tomó a finales del verano de 1909 han sido transformadas por el desarrollo urbano, pero Cherepovéts ha logrado preservar algunos de sus puntos de referencia y crear parques a lo largo de su ribera. Las fotografías de Prokudin-Gorski se hacen más valiosas por su valor para preservar el legado histórico de esta ciudad.
A principios del siglo XX, el fotógrafo ruso Serguéi Prokudin-Gorski ideó un proceso complejo para realizar fotografías a color. Entre 1903 y 1916 viajó a través del Imperio Ruso y tomó más de 2.000 fotografías con este proceso, que implicaba realizar tres exposiciones en una placa de vidrio. En agosto de 1918, abandonó Rusia y finalmente se instaló en Francia con gran parte de su colección de negativos de vidrio. Tras su muerte en París en 1944, sus herederos vendieron la colección a la Biblioteca del Congreso. A principios del siglo XXI, la Biblioteca digitalizó la Colección Prokudin-Gorski y la puso gratuitamente a disposición del público mundial. Muchas web rusas tienen ahora versiones de la colección. En 1986 el historiador arquitectónico y fotógrafo William Brumfield organizó la primera exposición de fotografías de Prokudin-Gorski en la Biblioteca del Congreso. Durante un período de trabajo en Rusia, a partir de 1970, Brumfield ha fotografiado la mayoría de los sitios visitados por Prokudin-Gorski. Esta serie de artículos comparará las vistas de Prokudin-Gorski de los monumentos arquitectónicos con fotografías tomadas por Brumfield décadas más tarde.
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