1. La carretera Chuiski
Quizá la carretera más famosa y hermosa de Rusia sea la que recorre la antigua Ruta de la Seda hacia China. Comienza en Novosibirsk y se extiende a lo largo de 1.000 kilómetros a través de Altái hasta la frontera con Mongolia. Se cree que la parte más hermosa de la carretera comienza en la ciudad de Bisk.
Los paisajes son impresionantes: montañas, ríos y lagos de increíble belleza. Es muy recomendable hacer un desvío hasta el lago Telétskoie, uno de los más bellos y profundos de Rusia.
2. Petropávlovsk-Kamchatski – Ust-Kamchatsk
Si consigues llegar hasta Kamchatka puedes considerarte afortunado. Y si tienes la oportunidad de explorar la famosa península en coche, podrás disfrutar de la belleza de esta remota tierra en todo su esplendor.
Esta carretera de 740 km atraviesa un tercio de la península de Kamchatka. La mejor época para ir es en verano o a principios de otoño, para disfrutar de los impactantes colores: bosques de coníferas de color verde intenso, volcanes nevados, lagos increíblemente azules. Eso sí, hay que ir bien preparado para encontrarse con algunos compañeros de viaje inesperados en el camino –osos, por ejemplo– y asegurarse de ver la principal atracción local –Kliuchévskaia sopka– el volcán más activo del mundo.
3. El camino de Sochi a Krásnaia Poliana
Para los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi de 2014 se construyó una nueva carretera desde la ciudad hasta la estación de esquí de Krásnaia Poliana. Se dice que es un milagro de la ingeniería, hay 40 km que van a lo largo de la cima de las montañas. Desde arriba se puede ver la antigua carretera a las montañas: una estrecha pista que serpentea a lo largo de los acantilados.
Los residentes locales y los taxistas están encantados de no tener que usar más la vieja carretera, pero los amantes del turismo extremo todavía pueden sentir la adrenalina de conducir por ahí.
4. Carretera militar georgiana
Esta ruta histórica en el Cáucaso cruza la frontera rusa con Georgia y une Vladikavkaz, la capital de Osetia del Norte, con Tbilisi. La carretera pasa por gargantas y por pintorescos ríos de montaña.
Recibió su nombre militar a finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuando Rusia firmó un tratado con el reino georgiano de Kartli-Kakheti, que pasó a formar parte del Imperio ruso y un batallón del ejército ruso marchó a lo largo de la carretera. Posteriormente se utilizó principalmente para fines comerciales. En Osetia, se llama el Camino de la Garganta Celestial.
Conviene recordar que es muy popular entre los turistas y de mayo a septiembre, hay kilómetros de atascos en esta carretera ya que cientos de personas viajan de Rusia a Georgia.
5. ‘Kola’: desde San Petersburgo hasta la frontera con Noruega (R-21)
La autopista más septentrional del mundo tiene más de 1.500 km de longitud. Una parte se encuentra más allá del Círculo Polar Ártico y hay un monumento al lado de la carretera que marca ese límite.
Al conducir por esta carretera se puede admirar la aurora boreal y la increíble naturaleza del norte: coníferas y montañas rocosas. La ruta atraviesa la pintoresca región de Carelia, las ciudades de Petrozavodsk y Múrmansk y termina en la frontera con Noruega, en el pueblo de Borisoglebski.
Si hace buen tiempo durante todo el camino se pueden disfrutar de las vistas de las majestuosas montañas Jibini (por cierto, hay una estación de esquí en la ciudad de Kírovsk).
6. Volgogrado – Elistá, Elistá – Stávropol (R-221, R-216)
Durante la mayor parte del año, esta ruta de 500 km no presenta ningún interés y lo único que hay alrededor es la interminable estepa. Sin embargo a mediados de primavera comienzan a florecer los tulipanes y convierten el paisaje gris en una verdadera paleta de colores.
Además la ruta pasará por tres regiones de Rusia: Volgogrado, Kalmukia y Stávropol. A mediados de abril en Kalmukia se celebra un festival de tulipanes, ya que es el único lugar de Rusia donde crecen tulipanes salvajes en su hábitat natural. El festival también celebra las costumbres y tradiciones del pueblo calmuco (por cierto, esta es una de las pocas regiones budistas de Rusia y de Europa).
7. Carretera de Kolimá
Se dice a menudo que esta es “una carretera construida sobre huesos”. Kolimá y Magadán albergaron algunos de los peores campos de trabajo de la era de Stalin. En condiciones extremas, los prisioneros construyeron 2.000 km carretera entre Yakutsk y Magadán.
Es mejor no intentar recorrer esta ruta sin guías experimentados, especialmente en invierno, cuando las temperaturas alcanzan los -60ºC.
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