Las Arenas de Chara, en la Siberia rusa, forman probablemente el desierto más extraño del mundo.
A primera vista puede parecer un desierto normal, con altas dunas y tormentas de arena.
Sin embargo, este pequeño desierto (de sólo 5x10 km) está rodeado de taiga, ríos, pantanos y manantiales. Aquí no te morirás deshidratado.
Y lo que es más, a pocos kilómetros de la extraña zona arenosa puedes encontrarte con las montañas nevadas de Kodar.
Las Arenas de Chara se formaron hace más de 40.000 años, cuando allí existía un lago, antes de que se secara.
¡Atento! Durante el invierno, el desierto queda cubierto de nieve y la temperatura puede bajar hasta -50°C.
El desierto termina abruptamente. No hay zona de transición entre bosques, turberas y la arena. Las Arenas de Chara terminan en dos lagos, Alionka y Taiózhnoie, tras los cuales comienzan los bosques.
Debido a los vientos, el desierto se mueve lentamente hacia el noreste y la taiga.
Las Arenas de Chara son un punto turístico muy popular. A pesar de que los asentamientos más cercanos están a sólo 10 km, es difícil llegar hasta allí. Primero hay que cruzar los ríos Sredni Sakukán y Chara, conocidos por sus aguas revoltosas.
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