4 divertidas actividades en una remota ciudad de los Urales

Solikamsk.

Solikamsk.

Oleg Vorobiov
Quizás esta remota ciudad no aparece en tu lista de lugares a visitar cuando visites Rusia, pero si estás dispuesto a salirte de las rutas turísticas más convencionales, no te decepcionará. ¡Bienvenido a Solikamsk!

Mientras te acercas a Solikamsk, enormes montones de sal que se asemejan a montañas irán surgiendo ante tus ojos. Esta ciudad de los Urales situada 130 millas al norte de Perm y 1.000 millas al este de Moscú es conocida como la capital de la sal de Rusia.

Solikamsk (que significa "sal en el río Kama") fue fundada en 1430 cuando la familia comercial Kalínnikov estableció allí salinas. La economía local depende en gran medida de la minería de minerales.

La ciudad puede que no sea la más atractiva de los Urales, pero los que la visitan siempre se sorprenden por su pintoresca oferta de actividades.

1. Nade en un pozo de sal

Solikamsk está situado en el río Usolka (un afluente del Kama), cuyo nombre viene de los brotes de sal que hay en el río. El emblema de la ciudad representa un pozo de sal, en el qe uno puede bañarse si así lo desea.

Fuente: Oleg VorobiovFuente: Oleg Vorobiov

El pozo de sal Ludmílinskaia cerca del centro de la ciudad, se perforó de 1906 a 1907 a una profundidad de 100 metros. En aquel entonces, Solikamsk se esforzaba con denuedo para vender el mineral, con los trabajadores utilizando métodos antiguos de evaporación que no eran tan eficaces como la perforación. Finalmente los industriales decidieron perforar un pozo de exploración para examinar las capas de sal en el área.

La solución salina del pozo de Ludmílinskaia no era adecuada para la producción de sal comestible, pero contenía potasio. En 1925, un profesor llamado Pavel Preobrazhenski, de Perm. descubrió el depósito más grande del mundo de sal de potasio cerca de la fosa, que todavía funciona hasta el día de hoy. Los lugareños creen que nadar en él es beneficioso para el cuerpo.

 2. Visite el único museo de salinas del mundo

Entonces, ¿cómo los rusos producían sal hace 150 años? Ellos esencialmente aspiraban el agua salada (salmuera) de la tierra antes de enviarla a tanques de almacenamiento y luego a las salinas (es un poco más complicado que esto...) Se puede aprender todo sobre el proceso y la larga historia de este compuesto químico en Rusia en el Museo de la Historia de la Sal de la ciudad.

El Museo de la Historia de la Sal en Solikamsk. Fuente: Oleg VorobiovEl Museo de la Historia de la Sal en Solikamsk. Fuente: Oleg Vorobiov

El museo se encuentra en la zona de la salina Ust-Borovaia, que funcionó desde 1882 hasta 1972.

El Museo de la Historia de la Sal en Solikamsk. Fuente: Oleg VorobiovEl Museo de la Historia de la Sal en Solikamsk. Fuente: Oleg Vorobiov

"Obviamente no había ventanas en las minas", nos contó la directora adjunta del museo Ludmila Dolia. "El humo era tan espeso que las personas no podían verse entre sí a cierta distancia". Las salinas usaban la tecnología de evaporación tradicional y, a mediados del siglo XX, seguían siendo las únicas salinas en Rusia que utilizaban este método. El 1 de enero de 1972 se cerró y finalmente se transformó en un museo.

3. Descubra cómo Carlos Linneo ayudó a crear el jardín botánico local

A principios del siglo XVIII, el fabricante de los Urales, Grigori Demídov, estableció el primer jardín botánico privado en Solikamsk.

El jardín botánico en Solikamsk. Fuente: Oleg VorobiovEl jardín botánico en Solikamsk. Fuente: Oleg Vorobiov

De acuerdo con la guía del jardín Tatiana Malginá, Demídov recogió plantas de todo el mundo y las cultivó. Demídov se escribía e intercambiaba semillas con muchos botánicos de la época, incluyendo Carlos Linneo, y reunió una colección única de plantas. Algunos ejemplares florecieron posteriormente, contra todo pronóstico, en el norte de Rusia: café, cactus, aloe, plátano, limón e incluso piña.

Después de la muerte de Demídov, el jardín botánico cayó en decadencia y no fue restaurado hasta 1994. Hoy en día se pueden encontrar  en este miles de flores y árboles raros.

4. Disfrute del impresionante conjunto de edificios antiguos

Solikamsk tiene muchas iglesias y monumentos religiosos de los siglos 17 al 19. La vista sobre la ciudad es increíble, por lo que vale la pena escalar los 60 metros de la adyacente torre del campanario, en la plaza del mercado, para contemplar luego la antigua Catedral de la Trinidad. No muy lejos de la esta se encuentra la pintoresca Iglesia de la Epifanía con sus coloridos azulejos de cerámica.

La antigua Catedral de la Trinidad en Solikamsk. Fuente: Anna SorókinaLa antigua Catedral de la Trinidad en Solikamsk. Fuente: Anna Sorókina

Cerca de la torre se encuentra la casa de uno de los gobernadores del siglo XVII, el edificio de piedra más antiguo que ha sobrevivido en los Urales.

La casa de gobernador (segundo edificio a la izquierda). Fuente: Anna SorókinaLa casa de gobernador (segundo edificio a la izquierda). Fuente: Anna Sorókina

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