Los 'hombres de piedra' en las montañas sagradas de Yakutia
Ivan DementievskiyLos pilares de rocas de la montaña Kisiliaj, en la parte oriental del distrito Verjoyanski de Yakutia, son un museo de la tierra y el cielo. En lengua yakuta este lugar se llama “Kisileej”, que significa “con el hombre”. Otros de los nombres que se dan a estas misteriosas rocas formadas por la erosión del viento son “los hombres de piedra” o “los espíritus de las montañas”.
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El hombre leyendo, la cabeza de la isla de Pascua, el arco-caniche o la ciudad de piedra, los turistas y sus acompañantes dan sus propios nombres a las figuras más impresionantes de este lugar de interés natural.
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Los pilares de Kisiliaj siempre han estado rodeados por un aura mística. Durante muchos siglos los habitantes locales creían que aquí se encuentra el portal al mundo de las más altas deidades, por lo que los únicos que podían subir a la cumbre de la montaña únicamente eran los chamanes. Estos se dirigían a los dioses del mundo superior, a los espíritus Aiy, para obtener energía de ellos y pedir salud, felicidad e hijos para su pueblo.
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Hace mucho tiempo, el territorio del noreste de Yakutia, donde se encuentran las rocas de Kisiliaj, era lecho marino. La edad aproximada de estos pilares es de unos 60 millones de años. Hoy en día es una zona con clima subártico y con la temperatura más baja del aire fuera de la Antártida: en febrero de 1892 en la ciudad de Verjoyansk se registraron −67,8 °C. Verjoyansk y la aldea Oimiakón, donde el mínimo absoluto de la temperatura es de −64.3 °C, compiten por el título de la ciudad más fría del hemisferio norte.
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Según la leyenda, en Yakutia no siempre hubo un clima tan frío, en otra época los días eran soleados casi todo el año y en las zonas colindantes de Kisiliaj vivía gente. Pero poco a poco el clima fue cambiando y con los años fue volviéndose más frío. Cuando la vida se hizo aquí inviable, la gente decidió desplazarse hacia el sur.
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El investigador Yakutia Guergard Maidel describió sus impresiones de su primer encuentro con los “hombres de piedra” de Kisiliaj en el siglo XIX de este modo: “Cuando pasabas por al lado o por encima de algunas de ellas te preguntabas involuntariamente si no sería mejor pasar por otro lado, porque se levantaban sobre una base tan delgada que parecía que en cualquier momento se vendrían abajo. Algunas columnas estaban tan bien arqueadas y redondeadas como no lo habría podido hacer un escultor”.
La mejor época para viajar a Yakutia y ver Kisiliaj es de junio a septiembre. Para llegar a las montañas sagradas es necesario salir desde Yakutia en un grupo organizado con guías: el viajero deberá volar en una aerolínea local, viajar en coche y después en barco por el río y hacer excursiones de 10 kilómetros al día.
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