Derbent, ¿la ciudad más antigua de Rusia?

Está situada en Daguestán, en la costa del mar Caspio.

Está situada en Daguestán, en la costa del mar Caspio.

Kommersant
La ciudad de Derbent, en Daguestán, que según un estudio reciente de la Academia de Ciencias es más joven de lo que se pensaba, no ha perdido su atractivo turístico.

“Derbent, una inmensa muralla pelásgica que nos cortaba el paso extendiéndose desde lo alto de la montaña hasta el mar. Frente a nosotros solamente una puerta enorme, perteneciente en su forma a aquella potente arquitectura oriental, destinada a desafiar el devenir de los siglos, se abría y parecía absorbernos y engullir el camino”, escribía Alexandre Dumas padre sobre una de las ciudades más antiguas de Rusia que a día de hoy sigue siendo la joya del Cáucaso.

La ciudadela que describía el escritor francés es Naryn-Kala, o “Fortaleza soleada”, y sigue en pie en la actualidad: sus gruesos muros, desafiando al paso del tiempo, se ciernen ante la antigua ciudad desde una colina de 300 metros de altura, contemplando sus estrechas callejuelas.

Naryn-Kala, que figura en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, guarda todavía innumerables secretos: aún hoy continúan las excavaciones arqueológicas en la zona.

La última de sus construcciones que ha atraído el interés de los investigadores es un antiguo embalse en forma de cruz excavado en el risco. Los investigadores consideran que en otro tiempo fue en realidad una iglesia en cruz con cúpulas. Se trata de una suposición perfectamente lógica ya que a pesar de que actualmente el Cáucaso ruso es mayoritariamente musulmán, Derbent se consideró hasta el siglo VI la principal ciudad cristiana de la región.

Alamy / Legion Media

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Derbent tiene una inmensa riqueza cultural, algo que debe a su larga historia. Gracias a su localización geográfica, que controlaba el paso entre el Cáucaso y el mar Caspio (algo que señala también el nombre de la ciudad, ya que en persa Derbent significa “puerta cerrada”), la ciudad siempre fue muy codiciada y durante los siglos fue pasando de mano en mano.

Vivieron, en distintas épocas, escitas, jázaros, persas, árabes, turcos, tártaros… Cada uno de estos pueblos dejó allí su huella, y en esto Derbent se asemeja a muchas antiguas ciudades de Oriente Próximo.

Este parecido se percibe también ahora: la Mezquita del viernes local, la más antigua de Rusia, tiene como vecinas una sinagoga y una iglesia cristiana. Además, en esta ciudad nunca ha habido una guerra religiosa, y paseando por sus calles pueden verse tanto turistas en pantalones vaqueros como muchachas con hiyab u hombres con la kipá judía.

La antigüedad no es lo importante

Hace cuatro años la Academia Rusa de Ciencias corrigió la edad exacta de Derbent, que según datos oficiales ahora es de 2.000 años, a pesar de que los habitantes locales aseguran que la ciudad tiene 5.000.

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El veredicto de los académicos contrarió a los ciudadanos y es que Derbent perdía de este modo su estatus de ciudad más antigua de Rusia, cediendo el puesto a la ciudad crimea de Kerch, que tiene 2600 años.

“La antigüedad de Derbent es un asunto delicado. No hay un solo habitante de la ciudad que se quede tranquilo después de una conversación sobre este tema. Durante 40 años trabajé como guía turístico en la ciudad y desde que pasé a dirigir el museo, allí donde voy mis conocidos me dicen: ‘¿Cómo has podido permitir que se diga que la ciudad tiene 2000 años?”, comenta Veli Yusifov, director del museo de Naryn-Kala.

Según Yusifov, que lleva casi medio siglo dedicándose al turismo, la decisión de los investigadores ha dañado mucho al sector, que ya se encontraba en declive desde la época soviética. Ahora la ciudad recibe visitas básicamente de las regiones vecinas, y no desde todas partes de Rusia, como antiguamente.

No obstante, algunos ciudadanos opinan que la ciudad sigue teniendo un gran potencial turístico. “Tenemos un turismo muy desarrollado desde el punto de vista de las excursiones, la gastronomía y los viajes de novios”, comenta Rinat Turabov, habitante local.

Derbent no solo resulta atractiva para los turistas que desean contemplar este tesoro histórico, sino también para muchos habitantes de las repúblicas vecinas, que suelen celebrar allí sus bodas, así como para los gourmets que visitan la ciudad para conocer las especialidades locales, según comenta Rinat. Este asegura que la afluencia de turistas seguirá creciendo y planea abrir una oficina turística para la temporada de verano.  

Realmente, Derbent está llena de maravillas capaces de atraer a los turistas, como la artesanía local, por ejemplo. Las famosas alfombras de Derbent, tejidas siguiendo prácticamente la misma técnica desde el siglo V, constituyen un espectáculo inolvidable, comparable en majestuosidad a la propia Naryn-Kala.

Junto a una de las calles del mercado de la ciudad pueden comprarse alfombras para todos los gustos: de lana, de algodón o de fieltro de todos los colores, con borlas o sin ellas, con ornamentos complejos y con ostentosas cenefas.

El desarrollo de la infraestructura turística de la ciudad continúa: en la costa se siguen construyendo decenas de pequeños hoteles, los paseos marítimos se están reformando, y Naryn-Kala sigue reconstruyéndose en paralelo a los trabajos arqueológicos en la ciudadela. Y quién sabe, quizás los arqueólogos logren un hallazgo que replantee la cuestión de la edad de Derbent.

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