Avión espía ruso sobrevuela Washington por acuerdo de cooperación

Tu-154M

Tu-154M

Dmitri Térejov (CC BY-SA 2.0)
Este mes un aparato Tu-154 ha volado por encima de la Casa Blanca. Lo ha hecho cumpliendo con el Tratado de Cielos Abiertos que ambos países firmaron en 2003, junto con una treintena de estado más.

El pasado 9 de agosto un avión espía ruso voló sobre Washington. Según el Pentágono el Tu-154 pasó un kilómetro por encima de la Casa Blanca. ¿Tenía Moscú permitido esto? Sí. En el año 2002, 34 países firmaron el Tratado de Cielos que establece vuelos de vigilancia aérea sin armamentos sobre el territorio de todos los países participantes.

Estas naciones pueden acumular información sobre los otros territorios. El acuerdo se firmó para asegurar la cooperación con la finalidad de prevenir un posible conflicto.

Tropas de la OTAN en el centro de Moscú

En 2010 tuvo lugar una acción que parecería una provocación, aunque en realidad todo se hizo de buena voluntad. Por primera vez en la historia 1.000 soldados de la OTAN desfilaron con militares rusos por el centro de Moscú dentro de los actos de conmemoración del 65º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.

En el clima político actual resulta difícil imaginar que soldados de EE UU, Reino Unido, Francia o Polonia puedan unirse a 10.000 tropas rusas en la Plaza Roja.

Destrucción de armas nucleares

Al final de la Guerra Fría hubo un aumento de la cooperación militar entre Rusia y EE UU y se firmaron numerosos tratados de desarme.

Por ejemplo, en 1991 Moscú y Washington se pusieron de acuerdo para establecer el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START I) que establecía limitaciones en la cantidad de tipos de vehículos y cabezas nucleares que ambos países podían poseer.

“Gracias a START tanto expertos rusos como estadounidenses recibieron las coordenadas de los silos de misiles en el país del otro. Incluso dejamos que expertos de EE UU hicieran un seguimiento de los nuevos misiles balísticos intercontinentales Tópol M, desde las fábricas hasta los silos, para cumplir con la política bilateral”, explica Vadim Kozulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares. Los rusos también fueron a monitorear la misma actividad en EE UU.

Hoy en día vivimos en la época del START III, diseñado para reducir el volumen de determinadas armas en el planeta. Rusia y EE UU solo tienen permitido contar con 1.550 cabezas nucleares y el despliegue de 700 misiles balísticos intercontinentales y bombaderos estratégicos.

Eliminación de las armas químicas

La idea original era que los países deberían ayudar a los potenciales adversarios de los armas de mayor capacidad destructiva.

El congresista demócrata de Georgia Sam Nunn impulsó estas ideas en el Congreso de EE UU y declaraba que si Rusia destruía sus arsenales de armas de destrucción masiva, entonces EE UU estaría más seguro.

Consiguió tener éxito y Washington destinó cientos de millones de dólares, no solo en la destrucción de su arsenales de armas químicas sino también en las que pertenecían Rusia y a otros países soviéticos.

Hasta este momento Rusia ha eliminado el 99% de sus arsenales de armas químicas y terminará con el 1% restante a finales de este otoño. Por lo que respecta a los arsenales de EE UU no se destruirán hasta principios de la década de 2020.

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