No es la primera vez que se aplaza el lanzamiento de los cazas rusos de quinta generación T-50 o PAK FA. En un principio, los constructores y la dirección del Ministerio de Defensa señalaron que en 2016 el nuevo avión pasaría a formar parte de las filas del ejército. Sin embargo, a principios de este año se ha aplazado esta fecha y de momento se desconocen los detalles.
El 2 de febrero, el viceministro de Defensa, Yuri Borísov, comunicó que mientras haya análogos que den respuesta a las necesidades de las Fuerzas Armadas, no hay necesidad de emplear fondos en la compra del nuevo y costoso modelo.
“Lo más probable es que la aeronave se transfiera al siguiente programa gubernamental de armamento, es decir, a 2018-2015”, aseveró el viceministro de defensa.
Asimismo, señaló que el avión necesita una serie de arreglos y que los militares no van a darse prisa en comprar los nuevos modelos.
Los expertos consultados no creen que el proyecto del avión esté congelado ya que los trabajos constantes para que la máquina alcance el nivel de calidad requerido son una práctica habitual. “No es más que un mito, cosas que se inventan los medios de información. Lo cierto es que el proyecto no está ‘parado’. Todas las etapas de construcción del caza están planeadas, y la comandancia de las fuerzas aéreas está al tanto”, afirmó a RBTH Víktor Murajovski, director general de la revista Arsenal de la Patria.
Señaló que a los desarrolladores les está costando que el motor de quinta generación Izdelie-30 del caza cumpla con todos los requisitos necesarios de un avión de la más alta tecnología.
A finales de 2017 y principios de 2018 comenzarán las pruebas del nuevo motor. “Los constructores tardarán otros dos o tres años en dar los retoques finales al proyecto, antes de que la máquina se empiece a producir en serie para las fuerzas aéreas rusas”, subrayó Murajovski.
El avión será capaz de mantener velocidad de crucero durante vuelos en los que supere la velocidad del sonido, es decir, 1,6 Mach (alrededor de 2.000 km/h), en función del lugar por el que se desplace el avión.
El motor también hará que el PAK FA sea más difícil de detectar, ayudándolo a desaparecer de los radares enemigos gracias a los nuevos materiales.
“La construcción del motor se detuvo en los años 90 y a principios del 2000 debido a la desestabilización del país. Los programas científico-técnicos o bien no se financiaban o percibían ayuda insuficiente. Por eso a los constructores les está tocando recuperar el tiempo perdido en un plazo corto”, subrayó Murajovski, quien opina que ese es uno de los motivos por los que Estados Unidos ha adelantado a Rusia en la creación de cazas de la quinta generación.
Al avión se acoplará uno de los cañones más ligeros de su clase, el 9-А1-4071K, destinado a la ofensiva contra blindados y acorazados. Durante un vuelo, el piloto puede hacer uso de 150 cargas de esta arma de 30 mm.
También contará con misiles aire-aire y aire-tierra. Los nuevos modelos se están desarrollando para ser compatibles con el compartimento interno del caza. Actualmente está en proceso de prueba pero todavía no se han mostrado al público.
La primera partida de cazas T-50 llegará al ejército ruso este mismo año. Sin embargo, las aeronaves funcionarán con motores e indicadores del caza de la generación 4++, el Su-35S.
“Los auténticos aparatos de quinta generación llegarán al ejército ruso en dos o tres años, cuando finalicen las pruebas. A partir del años 2021 el cielo ruso estará defendido por los novedosos T-50”, afirma a RBTH Pável Bulat, jefe del laboratorio internacional de Mecánica y Sistemas de Energía de la Universidad de Tecnologías de la Información.
Los constructores obtendrán un pasaporte de exportación cuando el PAK FA lleve en el ejército ruso tres años, aproximadamente en el 2024.
“Será una máquina que supere a nuestro principal contrincante, el F-22 (caza norteamericano de quinta generación) en cuanto a maniobrabilidad, equipamiento y alcance”, declaró el presidente Vladímir Putin.
Asimismo, el presidente señaló que el PAK FA será entre 2,5 y 3 veces más barato que sus análogos extranjeros. Aunque el precio del modelo de exportación sigue siendo un interrogante debido a las subidas y bajadas del valor de la moneda.
“Los primeros clientes de la industria de defensa rusa serán India, Argelia y Perú, que ya han mostrado su interés por obtener el avión. Lo único que podría impedirlo serían algunos cambios en el ámbito geopolítico”, añadió Murajovski.
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