Nuevos detalles del accidente del MiG-29K en el Almirante Kuznetsov

El incidente tuvo lugar el pasado 13 de noviembre.

El incidente tuvo lugar el pasado 13 de noviembre.

AFP / East News
El pasado 13 de noviembre el aparato cayó Mediterráneo cuando intentaba aterrizar sobre el portaaviones. El piloto consiguió eyectarse y no sufrió daños. Se han revelado las posibles causas del incidente.

Los dos motores del MiG-29KR que cayó al Mediterráneo desde el portaaviones Almirante Kuznetsov fallaron durante el vuelo, según comenta a Gazeta.ru una fuente cercana a la organización de vuelos del portaaviones.

Según esta misma fuente, el piloto, que logró eyectarse del avión antes de que este acabara en el mar, es un coronel y director del servicio de seguridad de vuelos de la aviación de la flota del Norte con más de 200 aterrizajes sobre la cubierta del Almirante Kuznetsov.

La alta cualificación del piloto la confirmaba también una fuente del Ministerio de Defensa, que describe al piloto como “uno de los más preparados” de la aviación naval.

Accidente durante el aterrizaje

Según comenta la fuente de Gazeta.ru, la cubierta del crucero Almirante Kuznetsov cuenta con cuatro cables de parada.

El piloto que realiza el aterrizaje debe intentar engancharse con un gancho especial de parada del avión al segundo o al tercer cable, (el cuarto cable es de reserva). Si se intenta enganchar el primer cable al avión, este puede chocar peligrosamente contra la cubierta, sobre todo teniendo en cuenta que el portaaviones en el mar es propenso a moverse.

El día del accidente, el 13 de noviembre, tres MiG-29KR despegaron del portaaviones. Tras realizar un vuelo de entrenamiento, los aviones emprendieron el regreso al barco. Los aterrizajes sobre la cubierta en este caso debían realizarse con un intervalo de tres o cuatro minutos.

El primer caza realizó el aterrizaje sin complicaciones

El segundo MiG-29KR se enganchó al segundo cable de parada, pero este se rompió y finalmente se enganchó al cable de reserva. El cable de parada roto se enredó con el tercero, de forma que este tampoco podía utilizarse para el aterrizaje.

Durante un tiempo, el aterrizaje de aviones en el barco fue imposible. En esos momentos, el tercer caza MiG-29KR se encontraba en fase de descenso.

Como el equipo del portaaviones necesitaba algo de tiempo para ordenar los cables de parada, el director de vuelos ordenó al piloto del tercer avión que diera una vuelta más.

Mientras el avión se encontraba en la zona de espera, se produjo un fallo en los dos motores. Según una versión preliminar, se interrumpió la entrada de combustible. En esos casos un avión a reacción cae como una piedra, y la única opción que le queda al piloto es intentar eyectarse.

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