Así influye el clima en el tamaño de tu nariz

En las partes más frías del planeta la gente tiende a tener una nariz y una mandíbula superior más grandes.

En las partes más frías del planeta la gente tiende a tener una nariz y una mandíbula superior más grandes.

Reuters
Científicos rusos estudian cómo la meteorología ha influido en el desarrollo de diferentes facciones.

La forma de la nariz y de la mandíbula superior dependen de las condiciones climáticas, según genetistas de las Academia Rusa de Ciencias y Antropología de la Univervidad Estatal de Moscú. Los científicos han medido las partes faciales del cráneo de más de 500 personas en 22 países europeos. Posteriormente yuxtapusieron los resultados con datos de variaciones climáticas e hicieron una investigación genética.

También se centraron en los cambios de las formas faciales de los pueblos siberianos, del Lejano Oriente y en el Extremo Norte. El resultado fue el mismo que en el estudio realizado con europeos.

Según los datos obtenidos la información podrá ser utiliza en medicina, concretamente en epidemología. El conocimiento de la inclinación genética a enfermedades y a la exposición a virus según la etnia ayudará al desarrollo de curas de enfermedades del oído, la nariz y la garganta. Los científicos creen que las personas con determinadas formas faciales y nasales podrían tener sus propias enfermedades.

El impacto de la humedad

En las partes más frías del planeta la gente tiende a tener una nariz y una mandíbula superior más grandes. “Desde el punto de vista fisiológico, el aire debe calentarse hasta alcanzar la temperatura corporal y saturarlo con vapor cuando llega a los pulmones. Si no es así la persona caerá enferma”, explica Andréi Yevtéiev, encargado del estudio. “Los pasos respiratorios son una herramienta esencial para procesar el aire. La construcción de cualquier herramienta cambia según las condiciones en la que esté trabajando”.

Los cambios faciales no se dieron inmediatamente. Los científicos dicen que este proceso duró más de un milenio. Además de la temperatura, la humedad también tuvo un impacto. La adaptación al frío seco del norte de Asia fue diferente a la adaptación al frío húmedo del norte y del noreste de Europa.

Según Yevtéiev, a lo largo de varios miles de años cambiaron las estructuras faciales de la gente que vivía en climas extremadamente fríos, como los pueblos chukchis del norte de Siberia y de los Urales. “La cuestión es que el ángulo de inhalación también tiene un impacto e influye en el calentamiento del aire. Finalmente, durante fuertes heladas se puede congelar la punta de la nariz”, explica el científico.

Los enigmáticos eslavos

El único grupo de Europa en el que fue muy difícil determinar los cambios fue el de los eslavos. Asentados en varias regiones de Europa, dieron su lengua a las tribus que vivían en los actuales países eslavos. De modo que muchos descendientes que no tienen relación alguna con los eslavos, comenzaron a utilizar ese nombre para sí mismos.

Por eso los actuales rusos, polacos, checos y otros pueblos de este grupo no tienen las facciones características de los primeros eslavos. Otro hecho que complica el estudio es que los antiguos eslavos no enterraban a sus muertos sino que los quemaban en pilas funerarias. Por eso resulta prácticamente imposible comparar los cambios que han tenido lugar debido al clima.

“Los eslavos del sur tienen rasgos muy similares con otros pueblos de los Balcanes y de Oriente Medio”, señala Yevtéiev. “Los eslavos del este son similares a los del grupo fino-ugro. Por eso resulta complicado determinar cómo cambió la apariencia de los eslavos por la influencia del clima”. 

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