Los inventores e ingenieros aeronáuticos rusos inventaron alas de todo tipo. Extensibles, parecidas a las de un murciélago, invertidas o de geometría variable… ¿Qué más daba si lo importantes era que el avión pudiese volar?
El Sujói Su-47 Bérkut o ‘águila dorada’ es un caza a reacción supersónico experimental desarrollado por la Corporacion Sujói a finales de los 90. Una característica que hizo famoso a este aparato son sus alas de forma invertida. Fue usado principalmente para el ensayo de ‘nuevas tecnologías’ de aviación, como el diseño ‘Stealth’ y de ‘alta maniobrabilidad’.
Esta aeronave formó parte de una serie de aviones experimentales soviéticos construidos por Lev Nikolaiévich Shchúkin entre 1978 y 1996. Después de la caída de la Unión Soviética, se detuvo la financiación del proyecto.
La forma de su fuselaje proporcionaba el 80% de la elevación. Las tomas de aire a chorro aspiran aire que luego se expulsa por la parte trasera para proporcionar empuje o hacia abajo, como un aerodeslizador para crear un colchón de aire que eliminaba la necesidad de un tren de aterrizaje.
El Sujói Su-17 fue el primer avión de ataque terrestre con configuración de ala de geometría variable desarrollado por la Unión Soviética. Voló por primera vez en 1966 y entró en servicio en las Fuerzas Aéreas soviéticas en 1970.
Las alas del RK-I eran muy raras, ya que tenían planos principales en tándem, utilizados como guías y soportes para las secciones de las alas que se extendían hidráulicamente, lo que duplicaba con creces el área del ala cuando estaba completamente extendida. Las alas eran de aleación ligera y estructura de acero
La construcción del RK-I se completó en 1940, pero (por problemas con el motor que se le había asignado, según Airwar.ru) el avión permaneció sin volar en el taller.
Aunque puede parecer un diseño de avión para alguna película de Batman, era un caza experimental armado con cañones dinamo-reactivos (creados por L. V. Kurchevski) que se comenzó a construir en 1935, pero el prototipo, de madera, nunca fue acabado.
¿Qué tienen sus alas de extraño? Te preguntarás al ver este caza legendario en nuestro listado. Pues bien, en su momento el I-16 fue el primer caza monoplano de ala baja en voladizo del mundo. A ojos de los que estaban acostumbrados a los biplanos que equipaban a la mayoría de fuerzas aéreas a mediados de los años 30, seguro que su diseño les pareció extraño.
Pesaba casi una tonelada, medía 15 metros de largo y tenía una envergadura de 24 metros. El empuje lo proporcionaban dos máquinas de vapor británicas Arbecker-Hamkens de 10 y 20 caballos.
Como contamos en un artículo anterior, en otoño de 1884, el “Pájaro de fuego” fue probado en uno de los campos cercanos a San Petersburgo, donde se elevó en el aire para descender al poco debido a la excasa fuerza de sus motores.
Parte de los problemas del primer aeroplano ruso fue el diseño de las alas, que carecían de la curvatura necesaria para generar sustentación.
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