Polikárpov I-16.
RIA NovostiEn octubre de 1936 comenzaron a llegar a la zona republicana un centenar de aviones soviéticos que, en su mayoría, eran cazas Polikárpov I-15, bautizados “chatos” y Polikárpov I-16, conocidos como “moscas”. Transportados por los buques soviéticos Kursk y Blagóiev, los I-16 arribaron al puerto de Cartagena como parte de la primera entrega a las Fuerzas Aéreas de la República Española (FARE).
Los aviones soviéticos desempeñaron un papel importante durante la Batalla de Madrid, en la que se enfrentaron a los aviones de la Legión Cóndor alemana y a los cazas italianos.
El Polikárpov I-16 fue un avión soviético diseñado por Nikolái Polikárpov, que se convirtió en el primer caza monoplano que contó con un tren de aterrizaje retráctil. El primer vuelo a bordo de este avión lo realizó el piloto Valeri Chkálov el 31 de diciembre de 1933, que alcanzó una velocidad de 360 km/h.
Sin contar con la fugaz aparición de este avión en la exhibición de Milán en 1935, la existencia del I-16 se mantuvo en secreto hasta la Guerra Civil española. Sus primeras actuaciones en España tuvieron lugar en los frentes de Madrid y del Norte, en octubre y noviembre de 1936. Según diferentes datos, en el cielo de España lucharon entre 293 y 422 “moscas” de construcción soviética y varios cazas de construcción española.
Polikárpov I-16
Dominio públicoMás tarde, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el I-16 formó la espina dorsal de la Fuerza Aérea Soviética. El I-16 se consideraba el rey de los cazas hasta que en 1939 apareció el Messerschmitt Bf-109.
El nombre “Mosca” vino desde el bando republicano. Las cajas en las que llegaban los cazas desmontados llevaban el nombre Moskvá (Москва) escrito en cirílico, lo que a los republicanos les sonaba como “mosca”. Así surgió este cariñoso nombre.
Por su parte, los franquistas bautizaron el avión como “rata” por la característica forma de volar de los pilotos soviéticos, que se mantenían a baja altura, despegando entre los edificios y saliendo de la tierra casi de un salto. Por esa misma razón, los finlandeses llamaron este caza “la ardilla saltadora”.
José María Bravo, un as de la aviación española, luchó durante la Guerra Civil a bordo de un “mosca”. Participó también en la Segunda Guerra Mundial combatiendo en el bando de los soviéticos. Su primer contacto con el I-16 fue en la URSS, donde realizó un curso de pilotaje. Bravo hizo con el “mosca” un total de 1.700 horas de vuelo, en las cuales apenas tuvo percances.
Polikárpov I-15
Dominio públicoEl Polikárpov I-15 apodado por los republicanos “chato” por su característica nariz poco prominente y “curtiss” por los franquistas, participó en varios frentes de la Guerra Civil española, incluidas las batallas de Madrid, del Jarama y de Teruel, donde más intervinieron. Entre 1934 y 1939 fueron producidos 384 aparatos en la URSS y 237 cazas I-15 en España.
PD. Aparte de las “moscas” y los “chatos” España recibió otros aparatos soviéticos durante la Guerra Civil, como el bombardero rápido Túpolev SB-2 “Katiuska” o el avión de ataque Polikárpov R-Z, apodado “Natacha”.
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