5 aviones extranjeros de la Flota Aérea Militar Imperial de Rusia (Fotos)

La Rusia zarista empleó muchos aviones extranjeros en sus filas, especialmente franceses. Recordamos algunos de estos aviones.

Un avión de caza, el ‘Niuport 17’

El Servicio Aéreo Imperial Ruso operó un gran número de Nieuports franceses de todos los tipos, incluyendo los modelos 17, 21 y 23. Al depender en gran medida de los aviones adquiridos directamente de Francia, hubo presión dentro de Rusia para establecer la fabricación nacional de cazas y el tipo fue producido bajo licencia. Entre los ases rusos del Nieuport etuvo Alexander Kazakov, que pilotó el tipo contra los alemanes y más tarde contra los bolcheviques.

Cerca de San Petersburgo hay un museo donde puedes ver un Niuport 17 colgado del techo. 

Un avión de ataque ligero, el ‘Voisin, III’

A principios de la guerra, el Voisin III se convirtió en el más común de los aviones de ataque de los aliados. Un gran número fueron adquiridos por la Fuerza Aérea francesa y la Flota Aérea Militar Imperial rusa, Bélgica y Rumania; además fueron construidos bajo licencia en Rusia, Italia, y Reino Unido.

Si quieres saber más sobre este avión, pincha aquí.

Un avión de reconocimiento, el ‘Sopwith 1½ Strutter’

Tras la firma un acuerdo con Gran Bretaña sobre el suministro a Rusia de aviones, en marzo de 1917, como puede leerse en Airwar.ru, llegaron los primeros aviones Sopwith 1½ Strutter.

Sin embargo, debido a la revolución, en los puertos de Múrmansk y Arcángel se acumularon enormes reservas de armamento y casi nada se entregó al frente. Parece que el Strutter sí vio algo de acción contra los alemanes en Tarnopol.

Por otro lado, la planta de Moscú "Dux" comenzó la construcción independiente de estos aparatos, de los que solo unos pocos ejemplares lograron llegar al frente ruso-alemán.

Finalmente, los biplanos británicos acabaron participando en la Guerra Civil Rusa.

Un avión de bombardeo, el ‘Caudron G.4’

Los Caudron G.4 franceses también se suministraron a la Fuerza Aérea Imperial Rusa y, aunque diseñados como bombarderos, se utilizaron como aeronaves de reconocimiento. Además de una ametralladora Lewis o Vickers de 7,7 mm en la cabina delantera, algunos aviones G.4 estaban equipados con una segunda ametralladora por encima de la línea central del ala superior para disparar sobre el hemisferio trasero.

El uso de la segunda ametralladora, se explica en Airwar.ru era difícil porque el artillero tenía que permanecer en la cabina a toda altura. La carga de bombas de la variante G.4 B.2 era de 100 kg. Algunos aviones de la variante G.4 A.2 disponían de radiocomunicación.

Un avión de entrenamiento, el ‘Morane-Saulnier G’

La Rusia zarista mostró un gran interés por este avión galo construido antes de la guerra y encargó varios aviones. En 1913 se produjo el vuelo de A.A. Vasiliev, L. Leton y L.A. Galanchikova de Moscú a París. El 11 de julio de 1914 tuvo lugar el famoso vuelo de P. N. Nesterov de Moscú a San Petersburgo en 5 horas en uno de estos aparatos. Desfasado frente a aviones más modernos de combate, pasó a ser utilizado como avión entrenador para los pilotos rusos que se enfrentarían contra los de las Potencias Centrales durante la primera gran conflagración mundial.

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