Como explica la web de la Universidad de Investigación y Producción Lavochki s.a., a bordo de la Venera-10 se instalaron instrumentos para medir la densidad de las rocas de la superficie y su contenido de elementos radiactivos naturales. Debido a las duras condiciones atmosféricas, la Venera-10 pudo retransmitir solo durante 65 minutos desde Venus.
La Venera-10 realizó el 23 de octubre un suave aterrizaje en la cara iluminada del planeta, en un punto a 2200 km desde el punto donde lo hiciera su predecesora, la Venera-9. La temperatura de la superficie y la presión en los lugares de aterrizaje de la SA fueron de 460°C y 90 atm. Se transmitieron imágenes de televisión de la superficie de Venus desde el vehículo de descenso a la Tierra.
Otros resultados preliminares arrojaron, entre otros, los siguientes datos:
Nubes de 30 a 40 km de espesor a 30-35 km de altitud.
Los constituyentes atmosféricos incluían HCL, HF, Br y I.
Niveles de luz comparable a un día nublado terrestre en verano.
Las fotografías observaron sombras, no había aparentemente polvo en el aire y sí una variedad de rocas de entre 30-40 cm sin erosionar.
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