Los 50 descubrimientos e invenciones más brillantes hechos en Rusia

Aliona Répkina
H.G. Wells escribió: “La historia de la humanidad es esencialmente una historia de ideas”. Gracias al interés por lo inexplorado, aparecen nuevos dispositivos, se hacen descubrimientos y se crean doctrinas enteras. Echemos un vistazo a los inventos importantes que se originaron en Rusia, en orden ante-cronológico.

Comunicador de bolsillo, 1998

Hoy en día, chatear con los amigos en prácticamente cualquier red social no es un problema. Pero en 1998, un invento de David Yang, fundador de ABBYY, prácticamente abrió un nuevo mundo. Inventó el ordenador de mano Cybiko, que podía utilizarse para jugar y chatear. Tenía su propio sistema operativo y aplicaciones, y juntos estos dispositivos podían formar una red dinámica. En pocos meses, se vendieron 250.000 de estos aparatos en Estados Unidos.

Identificación de virus polimórficos, 1993

El software antivirus está presente en casi todos los aparatos hoy en día. Sin embargo, a principios de los años 90, el malware era una seria amenaza para los ordenadores. En 1993, Ígor Danilov, de la Asociación de Investigación y Producción Leninets, creó Dr.Web, que por primera vez fue capaz no sólo de detectar sino también de eliminar un virus polimórfico que encriptaba su código cuando infectaba un archivo. En 1996, el antivirus ruso detectó el 100% de estos virus en una prueba comparativa. Su escáner heurístico, que identifica programas peligrosos aún no conocidos por el antivirus, detectó con éxito la infección.

Juego Tetris, 1984

En 1984, el programador Alexéi Pajitnov intentó trasladar a un ordenador un juego de puzzle llamado “tetromino”. El rompecabezas fue mejorado y programado para el dispositivo Electronica-60. Al principio, el Tetris tenía un aspecto muy primitivo: las piezas consistían en caracteres de texto como paréntesis y guiones. Sin embargo, tiempo después, un joven programador, Vadim Guerasimov, reescribió el juego para ordenadores IBM en la forma que ahora conocemos. El Tetris, que circulaba en disquetes, se convirtió en un éxito entre los informáticos de la URSS y nació rápidamente. Hoy en día, tanto él como sus clones se pueden encontrar en todo tipo de aparatos.

Tratamiento del glaucoma, 1973

Una persona que padece glaucoma tiene un aumento de la presión intraocular, lo que provoca una disminución de la agudeza visual. La perspectiva frente a este problema no es buena: ceguera. El oftalmólogo Sviatoslav Fiódorov inventó un método innovador para tratar este problema. En 1973, realizó una operación en la que creó una salida de líquido intraocular. Después de una esclerectomía profunda no penetrante, la presión vuelve gradualmente a la normalidad, y el impacto sobre el nervio ocular se reduce. La técnica de Fiódorov se utiliza actualmente en todo el mundo y sigue considerándose una de las menos traumáticas y más eficaces en el tratamiento del glaucoma.

Ordenador personal, 1968

En 1968, el ingeniero Arseni Gorojov patentó un dispositivo de programación para realizar dibujos técnicos. Contenía un teclado, una unidad de sistema y un monitor. Por desgracia, el dispositivo no recibió la atención que merecía: en el instituto de investigación científica donde trabajaba Gorojov le dijeron que su diseño era demasiado simple para existir en la realidad. El propio autor dijo que, no obstante, había recibido un pago por su patente, en forma de satisfacción y una bonificación de 50 rublos. Posteriormente, esta “idea demasiado simple” se convirtió en algo común varias décadas después, ya que casi todo el mundo tiene un ordenador.

Heteroestructuras semiconductoras, 1968

La radiación natural está formada por diferentes ondas, cada una con su propia frecuencia y fase. Para asegurar su flujo uniforme, se crearon estructuras especiales hechas de varios materiales semiconductores con diferentes conductividades y brechas de banda. Jores Alferov y su colega estadounidense Herbert Kroemer trabajaron de forma independiente en su creación. En 1968, el científico soviético consiguió crear un láser de heteroestructura de semiconductores que podía funcionar continuamente a temperatura ambiente. Ambos ganaron el Premio Nobel de Física en 2000. Hoy, mientras hablamos por teléfono o vemos una película en un DVD, utilizamos el invento de Alferov en nuestra vida cotidiana.

Nave espacial tripulada, 1961

La primera nave espacial tripulada fue la Vostok 1 de Gagarin, lanzada en 1961. Según el plan, el vuelo debería haber sido totalmente automático. Sin embargo, el cosmonauta disponía de instrumentos que le permitían activar el control manual, tras abrir un sobre que contenía un código numérico. De hecho, el espacio tripulado sigue siendo un concepto bastante relativo. A diferencia de los pilotos “terrestres”, los cosmonautas, aunque controlan el vuelo y el estado de la nave, sólo intervienen cuando es necesario, como para el acoplamiento manual, la corrección de la órbita o el aterrizaje.

Rompehielos de propulsión nuclear, 1959

El dominio de la energía atómica en los años 50 permitió crear un rompehielos capaz de conducir convoyes de barcos por la Ruta Marítima del Norte durante toda la temporada de navegación sin repostar. En el momento de su creación, el rompehielos Lenin fue el primer buque civil de propulsión nuclear del mundo. Entró en servicio en 1959 y en sus primeros años sirvió de guía a varios cientos de barcos a través del hielo. No fue hasta 1989 que el Lenin quedó anclado permanentemente en Múrmansk.

Satélite, 1957

El nombre en clave del primer satélite artificial fue PS-1, que significa Prosteichi Sputnik (“El satélite más sencillo”) 1. Sin embargo, la esfera con sus antenas era un instrumento científico por derecho propio. Estudió el paso de las ondas de radio a través de la ionosfera, determinó la densidad de la atmósfera superior durante el frenado y probó las condiciones de la instrumentación en órbita y en el espacio. Diseñado por un equipo de científicos soviéticos (encabezados por Serguéi Korolev y Mijaíl Tijonravov) y puesto en órbita el 4 de octubre de 1957, el aparato fue tomado en su sentido más simple: la humanidad había dado por fin un paso hacia el espacio.

Comida espacial, 1957

El primer experimento con comida espacial se realizó durante el vuelo de la perra Laika en 1957. Se le proporcionó un sistema de alimentación húmeda automática. Durante los vuelos de Yuri Gagarin y Guerman Titov también se estudiaron las necesidades alimentarias. Sus comidas estaban selladas en tubos y bolsas herméticas. Las migas y las gotas que vuelan podrían haber sido simplemente peligrosas. Resultó que, incluso con un consumo de energía relativamente bajo en gravedad cero, se necesitaban al menos 2.800 kilocalorías al día.

Internet, 1956

En la carrera tecnológica, la URSS podría haber superado a Estados Unidos hace décadas. Diez años antes de la primera comunicación entre servidores informáticos en Estados Unidos, el ciberingeniero militar Anatoli Kitov elaboró en 1959 un proyecto para crear una red unificada de centros informáticos. En efecto, proponía un modelo de Internet: las máquinas debían gestionar la economía soviética, sin papeles, a distancia. Sin embargo, esta idea y la de una red similar propuesta en 1962 por el cibernético Víktor Glushkov no fueron apreciadas y la verdadera Internet llegó a la Rusia postsoviética desde el extranjero.

Láser, 1954

Albert Einstein predijo el principio del láser a principios del siglo XX. Sin embargo, fue aplicado por primera vez por científicos soviéticos. En 1939, el físico Valentín Fabrikant sugirió que era posible obtener una radiación electromagnética permanente y crear un haz de luz dirigido. Sus trabajos fueron continuados por Alexander Projorov y Nikolái Basov, que consiguieron crear el primer generador permanente de ondas electromagnéticas del mundo. Un haz regular de moléculas de amoníaco surgió al pasar por el rayo. En 1964, los científicos soviéticos recibieron el Premio Nobel por este logro. Junto a ellos, el físico estadounidense Charles Townes, que había llevado a cabo una investigación independiente similar, también recibió el premio.

Central atómica, 1954

El hecho de que la energía de fisión de los átomos pudiera utilizarse con fines pacíficos fue reconocido en el desarrollo de la bomba atómica y la producción de uranio enriquecido. La idea del académico Piotr Kapitsa, sugerida por primera vez en 1945, fue retomada por Ígor Kurchatov. La primera central nuclear de Obninsk se puso en marcha en junio de 1954. El reactor, alimentado con uranio enriquecido, estaba equipado con una turbina de vapor y un generador que producía 5 megavatios de electricidad. Su principio de funcionamiento resultó tan eficaz que se utilizó ampliamente, con mejoras técnicas, en centrales nucleares posteriores. La planta de Obninsk funcionó durante 48 años sin ningún accidente.

Descifrando la escritura maya, 1952

Yuri Knorozov, historiador y lingüista, se interesó por la lengua maya y decidió descifrarla. La tarea parecía imposible: no había textos traducidos a otra lengua que pudieran ayudarle a entender el significado de los ideogramas. Para ello, Knorozov utilizó un alfabeto de 29 símbolos, escrito en el siglo XVI por el monje Diego de Landa, y comprobó que cada símbolo correspondía a una sílaba. De este modo, pudo traducir los manuscritos que se conservan. El historiador presentó los primeros resultados en 1952. Más tarde, el método de Knorozov para descifrar textos antiguos condujo también a la comprensión de otros sistemas de escritura.

Osteosíntesis de compresión transósea, 1951

Los ortopedistas consideran que el método de Gavril Ilizarov es la “rueda” que inició el desarrollo moderno de este campo de la medicina. En 1951, este médico del hospital regional de Kurgán propuso un método de unión y alargamiento de los huesos: una construcción formada por varios anillos y tirantes, que se colocaba en una extremidad, antes de pasar por ella clavos en direcciones cruzadas. El primer paciente pudo caminar en una semana. El dispositivo de Ilizarov permitía alargar las extremidades del mismo modo: el tejido óseo crecía al extender los anillos. Este método también se utiliza en el extranjero desde la década de 1980.

Máquina automática de cálculo numérico, 1948

La patente de la máquina de cálculo numérico automático, concedida en diciembre de 1948 al miembro correspondiente de la Academia de Ciencias Isaac Brouk y al ingeniero Bashir Rameiev, resultó ser uno de los acontecimientos más importantes de la era informática. El invento de los ingenieros soviéticos utilizaba el sistema binario. Su máquina, casi al mismo tiempo que la EDSAC británica, se convirtió en uno de los primeros ordenadores modernos en almacenar un programa en su memoria. En 1952 comenzó a funcionar el primer ordenador soviético, seis meses antes que el EDVAC estadounidense.

Vidrio facetado, 1943

La producción de vidrio facetado soviético comenzó el 11 de septiembre de 1943. Se cree que Vera Mujina, autora de la estatua ‘El obrero y la koljosiana’, fue una de sus diseñadoras. Las facetas dieron al vidrio templado una mayor resistencia y facilitaron su colocación en el lavavajillas. El número de facetas puede variar de 10 a 20. La variante “clásica” es la que tiene 16 facetas. También era fácil contar la capacidad de llenado: la parte con facetas podía contener 200 gramos de líquido, y si se vertía hasta el borde redondeado, se obtenían 250 gramos. El cristal facetado se convirtió en uno de los ejemplos más exitosos del diseño industrial soviético.

Corazón artificial, 1937

Sustituir el corazón por un dispositivo artificial fue una de las tareas más difíciles de lograr para la medicina. En 1937, siendo aún estudiante de tercer año, Vladímir Demijov creó el primer corazón artificial del mundo. Esta bomba compacta con válvulas y un motor eléctrico permitía mantener la circulación de la sangre. Consiguió mantener al perro probado con vida durante más de dos horas. Demijov publicó la primera monografía temática del mundo El trasplante de órganos vitales en la experimentación. Los dispositivos inventados posteriormente permiten a los pacientes vivir hasta que se les trasplante un corazón de un donante.

Radiosonda, 1930

En enero de 1930 se lanzó por primera vez el invento de Pavel Moltchanov para recoger datos sobre la atmósfera. Un globo lleno de hidrógeno llevaba una radio de onda corta. Sus señales se transmitían a unos peines dentados especiales provistos de flechas. En cuanto una flecha pasaba de un diente a otro, la señal cambiaba. Al mismo tiempo, se inventó un modelo similar en Francia. Las radiosondas modernas pueden alcanzar alturas de hasta 50 km y transmitir datos sobre la presión, la humedad relativa, la velocidad y la dirección del viento. No sólo ayudan a los meteorólogos, sino que también se utilizan en la aviación, la energía, la agricultura y los sistemas de posicionamiento.

Ionizador de aire, 1927

En 1903, el físico Alexéi Sokolov sugirió que los iones afectan a la salud humana y que el aire saturado de iones podría tener un efecto terapéutico. El biofísico Aleksandr Tchijevski inventó una forma de “revivir” el aire interior, realizando sus primeros experimentos en 1927. Su emisor de iones negativos parecía una araña de red con muchas agujas afiladas, conectada al polo negativo de una fuente de alta tensión. Cuando la araña se encendía, liberaba electrones, que se unían a las moléculas de oxígeno. De este modo, el aire de la habitación se volvía más fresco. Hoy en día, los ionizadores caben en pequeñas cajas.

Conservación de la sangre, 1926/1932

En 1865, el médico Vasili Sutugin propuso que la sangre podía conservarse eliminando primero la proteína fibrina, que impediría su coagulación. Esta idea se desarrolló durante el siglo XX. En 1926 se creó en Moscú el Instituto de Transfusión de Sangre. Se ocupaba del suministro de sangre, la creación de suero y las transfusiones. En 1932 se abrió el primer banco de sangre del mundo en San Petersburgo, donde se recogía la sangre de los donantes y se almacenaba. Fue entonces cuando los médicos Antonín Filatov y Nikolái Kartachevski sugirieron dividir la sangre almacenada en plasma y glóbulos rojos, lo que sigue salvando muchas vidas cada día.

Aparato de circulación artificial de la sangre, 1926

Los fisiólogos Serguéi Briujonenko y Serguéi Chechulin inventaron en 1926 un dispositivo que cumple temporalmente las funciones de los pulmones y el corazón. En los primeros modelos, la sangre era bombeada por dos bombas mecánicas con válvulas. Luego, en 1937, Vsevolod Yankovski inventó el oxigenador, que saturaba la sangre con oxígeno y eliminaba el dióxido de carbono. Los dispositivos se combinaron para formar una “máquina cardiopulmonar”. Al mismo tiempo, el científico estadounidense John Gibbon desarrolló un dispositivo similar. Así, los científicos soviéticos fueron los primeros en diseñar un dispositivo de este tipo y sugerir su uso en la cirugía cardíaca, pero Estados Unidos lo había puesto en práctica varios años antes.

Theremin, 1920

El primer instrumento musical eléctrico fue desarrollado por el inventor-físico y músico Lev Termen (León Theremin) en 1920. Al mover las manos del artista en el campo electromagnético creado por las dos antenas, se puede cambiar la frecuencia y el volumen del sonido. El tono del theremín recuerda en cierto modo a una suave voz humana. Ajustando los parámetros, se puede dar al sonido una variedad de tonos. Tras los conciertos de Termen en el extranjero en la década de 1930, se desarrolló toda una escuela de arte del theremín. En las últimas décadas, el instrumento ha experimentado una especie de renacimiento.

Figuras aéreas, 1913

Las primeras acrobacias aéreas fueron realizadas por Piotr Nesterov en 1913. En un avión Nieuport IV realizó un “bucle de la muerte”, un giro cerrado en un plano vertical. Esta figura debe su nombre al hecho de que los intentos de realizarla a menudo terminaban con el accidente del avión y la muerte del piloto. Sin embargo, los cálculos de Nesterov resultaron ser más precisos, por lo que el nombre de “bucle de Nesterov” pasó a ser de uso común.

Caucho sintético, 1910

La fiebre del caucho de finales del siglo XIX y principios del XX llevó a los científicos a buscar un sustituto del producto natural. En 1900, el químico Serguéi Lebedev consiguió obtener isopreno, una de las bases para la producción de caucho artificial, y en 1910 lo creó a partir de derivados del alcohol etílico. Al mismo tiempo, Borís Bizov desarrolló la tecnología para la producción de caucho sintético de butadieno en el laboratorio de la planta de Treugolnik (Triángulo). La producción industrial de caucho sintético comenzó a mediados de los años 20 y en 1932 apareció en Yaroslavl la primera fábrica del mundo para su producción. Hoy en día, este material se utiliza para la producción de neumáticos, diversas juntas y revestimientos de suelos.

Animación de marionetas, 1906

La animación de marionetas surgió gracias al... ballet. El coreógrafo del Teatro Marinski, Aleksandr Shiraiev, utilizaba las marionetas para trabajar en las producciones: las fijaba en poses escénicas y las dibujaba; las imágenes se combinaban en cintas de varios metros de largo y la imagen de la producción de ballet aparecía en el papel. Tras comprar una cámara portátil en Europa, Chiriaiev construyó una maqueta de un escenario de teatro, donde empezó a representar escenas de las producciones: en la película, los personajes cobraban vida y se movían con elegantes pasos de ballet. Así es como el coreógrafo se convirtió en el creador de las primeras películas de marionetas. Incluso hoy, los historiadores de la danza los utilizan para recrear las producciones del Teatro Marinski de la época.

Sismógrafo electromagnético, 1906

Como miembro de una comisión especial para el estudio de la actividad sísmica, el príncipe Borís Golitsin desarrolló en 1906 el primer sismógrafo que convertía las vibraciones mecánicas en electricidad. Una estructura metálica unida a un péndulo se colocó en el campo de un imán permanente. Durante un terremoto, las vibraciones del armazón generaban una señal eléctrica que se transmitía a un galvanómetro mediante cables. Esto, a su vez, hacía vibrar un bolígrafo que dibujaba el sismograma en un rollo de papel. Incluso los terremotos lejanos podrían registrarse con este dispositivo. Los primeros sismógrafos digitales no aparecieron hasta la década de 1960.

Espuma contra incendios, 1904

Se cree que a Alexánder Loran se le ocurrió la idea de controlar los incendios de esta manera al observar una jarra de cerveza con espuma. Sin embargo, es más probable que se le ocurriera la idea de una nueva forma de apagar el fuego al observar las consecuencias de los incendios en los campos petrolíferos de Bakú. En 1904, Loran patentó un compuesto de álcali y ácido: bicarbonato de sodio y sulfato de aluminio con la adición de varios compuestos, entre ellos la raíz de regaliz. Estos ingredientes se combinaron con agua en un generador y crearon una espuma. La solución, que era más ligera que el combustible, se extendió sin obstáculos por el aceite en llamas, cortando literalmente su oxígeno.

Fotografía en color, 1902

En 1902, el fotógrafo Serguéi Prokudin-Gorski fue a Alemania a estudiar con Adolf Miethe. Esta formación resultó útil: desarrolló su propia técnica para producir diapositivas en color. Para ello, el fotógrafo utilizaba una triple exposición: la imagen se fijaba en la placa a través de tres filtros: rojo, verde y azul. El resultado fue una imagen sorprendentemente colorida.

Método Stanislavski, 1900-1910

El método de actuación desarrollado por el director ruso Konstantín Stanislavski ha inspirado a actores de todo el mundo durante más de un siglo para crear escenas memorables e impactantes, tanto en el escenario como en la pantalla. El sistema se basa en tres supuestos: que un actor debe transmitir ciertas emociones de forma inequívoca al público, que debe tener una experiencia propia o utilizar la fantasía, y que debe experimentar realmente la situación en la que se encuentra el personaje. Anthony Hopkins, Daniel Day-Lewis y Joaquin Phoenix son seguidores del Sistema Stanislavski desde hace muchos años. También fue la base del método desarrollado por Lee Strasberg, Sanford Meisner y Stella Adler en Estados Unidos.

Televisión, 1899

En 1899, Konstantín Perski presentó en San Petersburgo un informe sobre la electrovisión a larga distancia. Unos años más tarde, el físico Borís Rozing formuló el principio de la “visión a larga distancia” mediante la transmisión de imágenes línea a línea desde un dispositivo transmisor a un receptor utilizando un tubo de haz de electrones: un cinescopio, que convertía las señales eléctricas en luz. Ya en 1928, los científicos Borís Grabovski e Iván Belianski transmitieron por primera vez una imagen en movimiento. En 1931, casi simultáneamente, Semió Kataiev, en la URSS, y Vladímir Zvorikin, en Estados Unidos, solicitaron la patente de un tubo transmisor de haz de electrones que reproducía una imagen en color.

Radio, 1895

Durante los experimentos sobre la propagación de las vibraciones eléctricas en la atmósfera, el físico Alexander Popov inventó un dispositivo capaz de recibir señales electromagnéticas a distancia. Lo demostró el 7 de mayo de 1895 y transmitió un breve mensaje en código Morse. Popov pensaba que su invento permitiría captar las ondas electromagnéticas en la atmósfera, pero en realidad creó el primer receptor de radio. Casi simultáneamente con el científico ruso, el ingeniero Guglielmo Marconi desarrolló un dispositivo similar.

Aparato de cine, 1893

Se dice que el primer cinematógrafo profesional se basa en el famoso clip de La llegada de un tren de los hermanos Lumière. Sin embargo, dos años antes de su aparición, en 1893, el mecánico Iósif Timchenko había inventado un mecanismo de salto de tornillo sin fin que permitía cambiar las imágenes de forma intermitente. Junto con el inventor Moses Freidenberg, desarrollaron un kinetoscopio, que utilizaba este dispositivo, filmando sobre una placa fotográfica en forma de disco. De este modo, consiguieron realizar dos cortometrajes en el hipódromo de Odessa, que fueron denominados “fotografías vivas puestas en movimiento por una máquina eléctrica”.

Primer virus, 1892

El botánico Dmitri Ivánovski, que estudió la enfermedad del mosaico del tabaco en 1892, sospechó que los culpables eran bacterias y decidió aislarlas por filtración. Sin embargo, descubrió que incluso después de pasar por un filtro de porcelana finamente poroso, el extracto de hoja de tabaco seguía siendo contagioso. Ivánovski llamó a estos mini-microbios partículas vivas contagiosas; en otras palabras, descubrió el primer virus. Casi al mismo tiempo, el microbiólogo holandés Martin Willem Beyerink llegó a la misma conclusión, llamando virus a los nuevos microorganismos. Hoy en día, la detección de microorganismos nocivos puede ayudar a prevenir enfermedades mortales.

Autobús eléctrico, 1889

En 1889, Hipólito Romanov, el inventor del primer coche eléctrico ruso, diseñó un ómnibus eléctrico. Tenía capacidad para 15 personas, una velocidad máxima de 11 kilómetros por hora y una autonomía de 60 a 70 kilómetros. La ciudad de Gatchina incluso organizó pruebas y planeó ponerlo en circulación. La Duma de San Petersburgo dio su aprobación, pero Romanov no pudo encontrar financiación. Así que los primeros autobuses eléctricos nunca llegaron a producirse. En 1906 apareció por fin la primera línea de autobuses eléctricos en Inglaterra.

Célula fotovoltaica, 1888

En muchos hoteles y centros comerciales, las puertas se abren solas. Esto se consigue mediante la activación de una célula fotovoltaica. Alexander Stoletov demostró el efecto de la luz sobre la electricidad en 1888. Colocó dos electrodos en un tanque de vidrio lleno de gas. Como resultado de la interacción de los electrones del cátodo con los átomos del gas, apareció una corriente cuya fuerza aumentó. Stoletov formuló tres leyes del efecto fotoeléctrico y en 1905 Albert Einstein desarrolló una teoría que las explicaba. Hoy en día, las células fotovoltaicas también se utilizan en paneles solares y sistemas domésticos inteligentes.

Cámara aérea, 1886

La cámara de Viacheslav Sreznevski fue la primera especialmente adaptada para la fotografía aérea. Se montó sobre soportes con la lente hacia abajo. Para hacer una foto, había que introducir una placa en una tapa hermética a la luz en una ranura, de la que salía al interior de la cámara. Las primeras fotos se tomaron con ella en 1886. Hoy en día, la fotografía aérea se realiza con vehículos aéreos no tripulados.

Inmunidad celular, 1883

En 1909, dos científicos, el ruso Iliá Metchnikov y el alemán Paul Ehrlich, recibieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. Ambos hicieron descubrimientos cruciales en el campo de la inmunología. Ehrlich descubrió los anticuerpos, células que se forman en el suero sanguíneo en respuesta a sustancias agresivas. Metchnikov identificó las células fagocitas que engullen partículas biológicas extrañas. Así es como el sistema inmunitario humano protege al cuerpo contra todo tipo de patógenos. Llamó a su descubrimiento fagocitosis. Metchnikov presentó su teoría en 1883. Creía que la enfermedad no era más que un enfrentamiento entre los microbios externos y los propios fagocitos del organismo, que se levantaban para defenderlo. El descubrimiento de la fagocitosis explicó realmente cómo surgen las enfermedades de inmunodeficiencia.

Centrifugadora, 1879

Apasionado por la conquista del espacio, Konstantín Tsiolkovski comenzó a desarrollar máquinas capaces de viajar a estrellas lejanas. El científico creía que era posible elevar una máquina voladora en el aire utilizando la fuerza centrífuga. Por ello, diseñó la primera máquina centrífuga del mundo (que se convirtió en el prototipo de la centrifugadora): en los experimentos, introdujo en ella pollitos e incluso cucarachas y aumentó su peso varias veces, estudiando cómo los organismos vivos se ven afectados por una sobrecarga considerable. Así predijo que. al volar en el espacio, durante el lanzamiento y el aterrizaje, el hombre tendría que soportar un aumento significativo de la gravedad.

Tranvía eléctrico, 1874

Aunque el tranvía con ruedas se fabricó en serie en Alemania, la empresa Siemens se adelantó en este invento al electricista ruso Fiódor Pirotski. Comenzó a experimentar con la conversión de un coche de caballos a la tracción eléctrica en 1874 en San Petersburgo, y al año siguiente tendió la primera línea de tranvía eléctrico, de algo más de un kilómetro de longitud. La tracción se transmitía a lo largo de los raíles mediante las ruedas del carro a un motor eléctrico, que enviaba la fuerza a las ruedas. El nuevo medio de transporte generaba mucho ruido, pero seguía siendo sobre todo una especie de atracción para el público.

Lámpara incandescente, 1874

En 1874, Alexander Lodigin obtuvo la patente de una lámpara de varilla de carbono y, posteriormente, de una lámpara de filamento de carbono. Tras muchos años de experimentos, creó un prototipo que ha permanecido hasta hoy: una lámpara con filamento de tungsteno. Al mismo tiempo, Pável Yablochkov desarrolló su propia “vela Yablochkov”, en la que la luz se creaba mediante un arco eléctrico entre dos varillas aisladas. Su invento era más brillante, pero más caliente y requería más espacio. Sin embargo, tras el abaratamiento de la producción de lámparas de filamento metálico a principios del siglo XX, el invento de Lodygin se impuso durante mucho tiempo.

Tabla periódica de los elementos, 1869

En la época de la tabla periódica de los elementos químicos, se conocían 63 elementos. El científico Dmitri Mendeleyev, anotando sus nombres y propiedades en tarjetas, comparó filas de elementos similares y, a principios de 1869, calculó un sistema único. Sobre esta base, descubrió la ley periódica fundamental: el descubrimiento de los elementos en la relación periódica con su peso atómico. Gracias a este sistema, también se predijo la existencia de elementos químicos desconocidos para la ciencia, antes de que se incluyeran en la tabla.

Calefacción por radiadores, 1855

¿En qué otro lugar podrían haber aparecido los radiadores sino en Rusia, con sus gélidos inviernos? En 1855, Franz San Galli, propietario de fábricas de equipos de calefacción y suministro de agua, inventó la “caja caliente”. Los primeros calentadores consistían en tubos gruesos con discos verticales en varios niveles, una especie de “acordeón” de calefacción. El invento de San Galli fue un éxito. La idea fue pronto adoptada por otros países y hoy los radiadores calientan casi todos los hogares.

Aparato estereoscópico, 1852

El artista Iván Alexandrovski era un fotógrafo apasionado. Tras visitar Europa, empezó a hacer daguerrotipos, abrió su propio taller e incluso se convirtió en fotógrafo de la corte. En 1852, inventó su propia cámara -para tomar imágenes tridimensionales- y pronto mostró al público imágenes estereoscópicas. La cámara era esencialmente una caja dentro de otra caja: en la caja interior se introducía un objetivo de vidrio esmerilado, que garantizaba la nitidez, y un casete con una placa. A continuación, la fotografía se tomó simultáneamente a través de dos objetivos, lo que dio lugar a imágenes fotográficas acopladas.

Motor eléctrico, 1834

En noviembre de 1834, la Academia de Ciencias de París recibió una declaración del físico e inventor Borís Jacobi (Moritz von Jacobi). En él, el científico describió el principio de la acción rotatoria continua de un motor eléctrico. El dispositivo consistía en dos discos con barras de hierro y un interruptor galvánico alimentado por una batería. El “bisabuelo” del moderno motor eléctrico de corriente continua levantaba 4-5 kg por segundo a más de 30 cm, generando una potencia de unos 15 W. El dispositivo de Jacobi se convirtió en el ancestro de los electrodomésticos modernos: los motores eléctricos se encuentran en casi todos los aparatos domésticos, desde los frigoríficos hasta los ventiladores.

Submarino totalmente metálico, 1834

Los experimentos con submarinos se llevaron a cabo en varios países, literalmente, tan pronto como fue posible obtener al menos una relativa estanqueidad del casco y pensar en un sistema de inmersión. En 1834, el ingeniero Karl Schilder construyó el primer submarino totalmente metálico, que permitía a la tripulación viajar a 10 metros de profundidad durante varias horas. En 1865, el submarino de Iván Alexandrovski se convirtió en el primer submarino de propulsión mecánica de Rusia. Los submarinos de Stepan Djevetski, aunque bastante pequeños, se convirtieron en los primeros submarinos de serie de la flota rusa en 1881.

Telégrafo electromagnético, 1832

El primer telégrafo electromagnético fue creado por el científico y diplomático Pável Schilling en 1832. La tecnología se basaba en el efecto de desviación de un puntero magnético en respuesta a un campo electromagnético. Schilling también desarrolló un código en el que cada letra del alfabeto correspondía a una combinación de símbolos marcados con círculos blancos y negros en la máquina de telégrafo. La primera línea se tendió en el Palacio de Invierno, entre la cancillería de Nicolás I y las oficinas del gobierno. Las ideas de Schilling fueron retomadas más tarde por el inventor Borís Jacobi: desarrolló una máquina de escribir y un telégrafo tipográfico.

Monorraíl, 1820

El pueblo de Miatchkovo, cerca de Moscú, se considera la cuna del monorraíl. Un ingeniero local, Iván Elmanov, inventó la “carretera sobre postes”: un carruaje circulaba sobre tablones de hierro fundido colocados en postes, y era tirado por caballos que se desplazaban por el suelo. El inventor prometió que cuatro caballos podrían transportar más de 26 toneladas de mercancías en un día. Un año más tarde, en 1821, Henry Palmer patentó un dispositivo similar en Gran Bretaña y en 1887 se puso en servicio un monorraíl en Estados Unidos.

Yeso quirúrgico, 1811

En la antigüedad, la arcilla se utilizaba para vendar los huesos rotos. En 1811, el cirujano ruso Karl Guibental propuso fijar las extremidades con yeso frotando una mezcla seca sobre una tela y humedeciéndola después con agua. La idea se le ocurrió gracias a su pasión por la escultura. En 1843, el médico Vasili Basov colocó un brazo roto en una caja de alabastro, que estaba suspendida del techo. Sin embargo, el método más eficaz fue el de Nikolái Pirogov: fue el primero, en 1852, en proponer la colocación de vendas impregnadas con una solución de yeso, y así salvó a muchos pacientes de una mala curación y de la amputación. Los yesos quirúrgicos siguen siendo la forma más común de tratar las fracturas.

Pararrayos, 1725

Se dice que el pararrayos fue inventado en 1752 por Benjamín Franklin, quien ideó un dispositivo que consistía en un cable y una varilla de metal, una parte de los cuales se sumergía en la tierra mientras la otra se elevaba unos metros por encima de la casa. Un año después, en Rusia, Mijail Lomonosov creó los primeros pararrayos. Sin embargo, hay una diferencia: ya en 1725 apareció un pararrayos en la torre familiár de la finca Demidov en Neviansk. Se construyó por orden de Akinfi Demidov, un orfebre: o bien los trabajadores tomaron la iniciativa o él mismo lo ordenó, pero se sabe que en el tejado se instaló una aguja metálica con una veleta, sujeta a vigas metálicas. Estas últimas resultaron estar conectadas a varillas de bastidor que se adentraban en el suelo.

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