¿Por qué los AK siguen siendo los rifles de asalto más fiables del mundo?

Ciencia y Tecnología
NIKOLÁI LITOVKIN
El arma tiene que pasar las pruebas más duras del mundo.

El fusil de asalto AK sigue siendo el único capaz de funcionar en el desierto o en tormentas de nieve, así como en las lluvias tropicales o después de una fuerte polvareda. Estas características lo han convertido en el arma preferida por numerosos ejércitos de todo el mundo.

He preguntado a los representantes del Grupo Kaláshnikov cómo crearon un arma tan singular en 1947 y por qué sigue siendo el arma más fiable más de 70 años después de su nacimiento.

Cómo el AK se convirtió en un fusil de asalto tan poco pretencioso

“Hay varias razones por las que el AK es uno de los fusiles de asalto más fiables. La primera razón es el sistema ruso de prueba y evaluación de armas. Creado después de la Segunda Guerra Mundial, se analizó la experiencia de la guerra y, en consecuencia, se establecieron nuevos requisitos mejorados para las armas pequeñas. Desde entonces, la máxima prioridad siempre ha sido la fiabilidad: si un arma de fuego no funciona en el entorno real en el que se va a utilizar, el resto simplemente no importa”, afirma Vladímir Onokói, jefe del departamento de cooperación técnico-militar del Consorcio Kaláshnikov.

Como señala, los requisitos han mejorado y se han adaptado con el tiempo. Por ejemplo, hoy en día, tanto el arma como su sistema de puntería electrónica tienen que someterse a pruebas.

“La segunda razón es la calidad de la producción y la cantidad de trabajo que los ingenieros de diseño dedican a la nueva generación del AK. Investigan, prueban y profundizan en todos los detalles. Como resultado, cuando los AK fabricados en Rusia se someten a pruebas junto con las réplicas de AK fabricadas en otros países, solo los AK rusos superan las pruebas”, señala el experto.

Qué pruebas tienen que pasar las armas rusas

En 2020, visité personalmente una de estas instalaciones donde los ingenieros militares realizan pruebas de armas para averiguar si el sistema es realmente capaz de funcionar en los entornos más duros del mundo.

Esta fábrica está situada en los suburbios de Moscú y cuenta con una serie de cámaras que imitan las tormentas del desierto y la nieve, así como las lluvias tropicales, entre otras condiciones meteorológicas extremas. Literalmente, el clima de los lugares más duros del mundo en los que podría utilizarse el rifle.

Hay una serie de pruebas consecutivas en las que, en un primer momento, los ingenieros calientan el rifle hasta los 60ºC y luego lo llevan al “desierto”, la sala en la que la última tecnología imita las tormentas de arena para que ésta obstruya los mecanismos del rifle. A continuación, un ingeniero lleva un arma al campo de tiro adyacente para averiguar si es capaz de funcionar todavía. Según los ingenieros de la fábrica, muchos fusiles de asalto de todo el mundo empiezan a funcionar mal en este momento.

Después, el rifle se lleva a una cámara tropical, donde una fuerte lluvia licua la arena haciéndola viscosa, lo que suele impedir que las piezas móviles funcionen. Y si el arma sigue siendo capaz de funcionar en esas condiciones, se lleva a la última cámara con condiciones bajo cero, donde el agua, el polvo y la suciedad del interior se congelan, inmovilizando las piezas móviles.

Solo cuando el arma supera todas estas pruebas consecutivas puede ser llevada de nuevo a las pruebas de tiro y ser considerada para su adopción en el ejército ruso.

Las diferencias técnicas del AK con respecto a sus competidores

La plataforma del AK supera estas pruebas sin problemas. Según Onokói, todo se debe a sus características de diseño que diferencian al fusil de sus competidores directos estadounidenses, alemanes, checos e israelíes.

“El diseño del AK garantiza la fiabilidad con las holguras que permiten que la arena y los residuos acaben en la parte inferior del receptor, donde no interferirían con la acción, mientras que el sistema de gas está ajustado para garantizar una velocidad suficiente de las piezas móviles para mantener las armas operativas en cualquier entorno”, explica el experto.

Y como me dijo el ex francotirador del FSB Iván Alekséiev, el AK tiene un mínimo de piezas móviles. El arma tiene un diseño sencillo que funciona con un mayor impulso del mecanismo de escape que elimina todo el polvo y la suciedad del arma.

“La suciedad no se adhiere al chasis y no se deposita en las piezas pequeñas que están presentes en las máquinas automáticas americanas y alemanas, lo que les impide trabajar en condiciones difíciles. Los extranjeros pueden tener armas más técnicas y de mayor precisión, pero la nuestra se pone a punto para una persona que nunca ha tenido un arma en sus manos y es capaz de manejarla en cualquier situación”, señala el experto.

Por qué las empresas extranjeras no hacen sus armas tan fiables

“No hacen sus rifles de asalto tan resistentes a la suciedad, porque no planean hacer emboscadas tras salir de un pantano. Los estadounidenses y los europeos preparan sus fusiles para las guerras del futuro con operaciones precisas y conflictos nocturnos, mientras que nuestro mando militar cree que seguirá habiendo conflictos como los de la Segunda Guerra Mundial, donde las infanterías tenían que sentarse en trincheras y correr hacia los ataques frontales. Son dos tipos de guerra diferentes y requieren sistemas de armas diferentes”, afirma Alerséiev.

Recordó su experiencia de “prueba de tortura”, no parar de disparar hasta que se caliente el arma, con un M-16 y del AK-74. Según él, el M-16 empezó a funcionar mal después de seis cargadores seguidos, mientras que el AK-74 soviético seguía siendo capaz de disparar.

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