Único, fabricado en Rusia, lo más seguro posible y, preferiblemente, enorme. Así es como se concibió el Avión nº 1 -el avión presidencial- a mediados del siglo pasado. Desde 1996, esta función la cumple el Il-96-300PU, el único avión que Vladímir Putin utiliza para sus viajes por el país y el extranjero.
¿Por qué el Il-96-300PU?
IL-96-300PU
Dmitri Terejov (CC BY-SA 2.0)El Il-96-300PU es un avión grande: 55 metros de largo y 60 metros de envergadura. Puede alcanzar una velocidad de hasta 900 km/h y tiene cuatro motores a reacción (mientras que muchos aviones extranjeros tienen dos). Los mismos motores están instalados en los aviones Tu-204 y Tupolev Tu-214, los dos aviones comerciales rusos más populares, que son muy similares al Boeing 757.
El avión se presentó en una versión estándar de pasajeros con una capacidad de 300 plazas. Diseñado en la década de 1980 en la Fábrica de Aviación de Vorónezh, realizó su vuelo inaugural en una ruta comercial en diciembre de 1992. Sin embargo, en 2014 Aeroflot retiró por completo sus Il-96, mientras que otras aerolíneas ni siquiera tenían previsto adquirirlos. En total, la planta produjo 25 de estos aviones, pero la mayoría de ellos pasaron a formar parte de la flota del Escuadrón de Vuelos Especiales Rossiya (filial de Aeroflot), al servicio del presidente y del gobierno.
Hay una explicación sencilla de por qué el presidente se aficionó a este avión de pasajeros: estaba considerado como el diseño ruso más prometedor, la cumbre de la construcción de aviones rusos, por así decirlo. Pero resultó ser demasiado caro para las compañías aéreas, ya que sus cuatro motores requerían el doble de gasto en combustible y mantenimiento que los aviones extranjeros.
Sin embargo, era precisamente lo que necesitaba la flota de aviones presidenciales. “El avión tiene cuatro motores. Incluso si dos motores fallan, puede subir o bajar de altitud, puede maniobrar y continuar su vuelo”, dijo el General de División Vladímir Popov en YouTube. Incluso con un solo motor en funcionamiento, el avión presidencial podría volar 800 km y aterrizar.
“Hay varias razones por las que el Il-96 se utiliza actualmente como avión gubernamental”, explicó Vladímir Talanov, un meritorio piloto de la Federación Rusa. “En primer lugar, es un avión muy fiable y seguro, algo que la explotación del avión durante muchos años ha confirmado. Además, tiene un elemento de prestigio para un líder de estado - no todos los líderes de estado pueden permitirse volar en su propio avión hecho por los propios fabricantes del país”.
En total, la versión presidencial del Il-96 ha sido mejorada cinco veces desde su fabricación, la última hace unos meses.
¿Qué hay en el interior?
Vladímir Putin y el hijo de Bair Banzaraktsayev, el militar que murió participando en las labores de rescate durante la inundación en el Extremo Oriente de Rusia.
Alexéi Nikolsky/SputnikA primera vista, no hay nada que distinga al avión presidencial de otros aviones de la flota de Rossiya, aparte de una pequeña bandera rusa en su cola. Sin embargo, el interior del avión es bastante singular, ya que cumple con los más altos estándares en términos de comunicaciones y seguridad. Esto le ha valido el apodo de “Kremlin volador”.
Gracias a su capacidad de comunicación especializada, puede transmitir mensajes encriptados desde cualquier altitud a cualquier punto del planeta utilizando cualquier canal de comunicación. Entre otras cosas, está equipado con el "botón nuclear". Está dotado de radar, control electrónico, electro-óptico y visual. Todo el equipo está duplicado para hacer frente a contingencias inesperadas. Expertos en equipos de a bordo del fabricante austriaco de aeronaves Diamond Aircraft Industrie se encargaron de la disposición del alojamiento interior y la instalación de los equipos. Al mismo tiempo, los detalles precisos de lo instalado a bordo son secreto de Estado.
Vladímir Putin con la familia de Bair Banzaraktsaev
Alexéi Nikolsky/SputnikLas condiciones de vida y de trabajo en el interior del avión son similares a las del Kremlin. A bordo está el despacho privado del presidente, varias salas de reuniones, una sala de conferencias, una sala de descanso para el presidente, un salón de invitados, un minigimnasio, un comedor, un bar, duchas y una unidad médica independiente con instalaciones para reanimación y tratamiento de emergencia. Toda la decoración es en tonos claros, con reflejos en los colores de la tricolor rusa, y los interiores están adornados con paneles bordados basados en estampados históricos, realizados por artesanos de la Fábrica de Mantones de Pavlovo Posad.
El aspecto del interior se mostró en 2018, cuando Putin permitió al escolar bashkirio Arslán Kaypkulov dar una vuelta a bordo. Había soñado con hacer un vídeo sobre la aeronave.
Hay diferentes estimaciones sobre el coste. En 2013, la Dirección de la Presidencia de la Federación Rusa encargó dos de estos aviones: por 3.800 millones de rublos (52 millones de dólares) y por 5.200 millones de rublos (71 millones de dólares). Al mismo tiempo, el periódico sensacionalista británico Daily Mail escribió que el coste real era de 390 millones de libras (500 millones de dólares al cambio de entonces).
¿Cuántos Il-96-300PU tiene Putin?
En la práctica, cuando se usa el nombre Avión nº 1 no se refiere a un solo avión. Siempre hay varios aviones de reserva similares: que llevan guardias, asistentes y periodistas. El avión de reserva sigue al principal con un intervalo de 15-20 minutos. Si el avión principal sufre una avería y tiene que aterrizar, la tarea del avión de reserva es recoger a los pasajeros y seguir llevándolos a su destino.
Desde 1977, la norma es enviar no un avión de reserva, sino dos (un avión de reserva para el de reserva). Esta norma se impuso después de que el presidente estadounidense Richard Nixon volara a Moscú y Leonid Brézhnev decidiera llevarle a volar en un Il-62 (el avión que utilizaba el jefe de Estado en aquella época). Los pasajeros tomaron asiento, pero uno de los motores no arrancó. Se trasladaron al avión de reserva, pero éste tampoco pudo despegar.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, desembarca de su avión Il-96 en el aeropuerto de Ginebra Cointrin
Alessandro della Valle/Pool/Keystone/Getty Images/Getty ImagesAdemás, los aviones presidenciales están en servicio no más de 15 años. Al final de este periodo de funcionamiento, los aviones se ceden para que los utilicen otros organismos gubernamentales y el presidente se sube a otro avión.
Normas estrictas
El avión presidencial tiene que cumplir una serie de requisitos estrictos, el principal es que todo tiene que funcionar. Esto se aplica tanto a los propios aviones como al personal. “Incluso si un solo asiento no se reclina, a menudo cambiamos el avión y no lo enviamos. O cerramos una fila concreta para que nadie se siente allí”, dice el antiguo jefe de pilotos de Putin, Konstantín Tereshchenko. Mientras que todas las demás compañías aéreas toleran determinados defectos (los que no suponen una amenaza para la seguridad), no es así con el avión presidencial.
Cazas Su-57 escoltan el avión del presidente ruso, Vladímir Putin
Ramil Sitdikov/SputnikOtra norma estricta es que debe ser capaz de operar de forma completamente autónoma, como un submarino. Esto significa que el mantenimiento y la reparación del Avión nº1 se llevan a cabo exclusivamente por personal técnico de la empresa, y ninguna otra persona puede tocarlo en otros aeropuertos.
Vladímir Putin y el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu se reúnen a bordo.
Alexéi Druzhinin/Sputnik“Cuando se realiza una visita presidencial, se envían el avión principal, un avión de reserva y un grupo de vanguardia. El avión de vanguardia lleva seis técnicos, el de reserva cuatro y el principal dos. Un equipo de ocho es capaz incluso de desmontar y volver a montar todo el avión. Están entrenados para ello”, dice el antiguo piloto.
El personal de control de tráfico es el mismo que el de los vuelos civiles comerciales. La única diferencia es que en el caso de los aviones principales se liberan los niveles de vuelo y los pasillos aéreos y se respetan los intervalos establecidos en relación con otros aviones, tanto por delante como por detrás. Lo mismo ocurre con los aviones de reserva, pero de forma algo más limitada. Según Tereshchenko, mientras que en años anteriores la separación del avión principal con respecto a otros aviones podía ser de dos horas, en la actualidad esta separación se ha reducido varias veces.
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