Europa trata las armas rusas como si fuesen ciencia ficción

Ramil Sitdikov/Sputnik
Cuando se trata de nuevas armas propiedad de Rusia, en Europa se utilizan estereotipos obsoletos.

Según publicó Lenta.ru haciendo referencia al portal de información francés Atlántico, el arsenal de Rusia se encuentra en un nivel tecnológico mucho más alto de lo que la mayoría suele pensar.

Según el material publicado, "el perezoso público europeo se agita soñadoramente con cómodas imágenes de tanques rusos oxidados y misiles nucleares en hangares en ruinas”. "Los expertos, sin embargo, sen han ido haciendo una imagen completamente diferente durante diez años, desde el mar Negro a Siria y desde Ucrania a Karabaj", escribe el portal.

La publicación cita ejemplos de maniobras llevadas a cabo en la Unión Europea por los estados bálticos y Polonia, donde tropas rusas participaron en hipotéticos conflictos y derrotaron al enemigo en los primeros días de hostilidades. “Los expertos explican estas derrotas mediante un arsenal de alta tecnología al margen de la ciencia ficción, creado en Rusia durante la última década”, afirma el artículo.

Atlantico cita varios ejemplos cuando las armas rusas, que se consideraban obsoletas, obtuvieron una ventaja sobre los modelos occidentales modernos. En particular, se menciona el incidente en el mar Negro, en abril de 2014 en el que un bombardero ruso Su-24 sobrevoló al destructor estadounidense Donald Cook, tras lo cual este último “quedó ciego y sordo”. “La nave habría sido destruida de haber recibido el primer misil (el Su-24 maniobró como si fuera a lanzar un ataque)”, decía el texto.

En agosto de 2018, el autor del portal de The Drive, Tyler Rogoway, declaró que el robot ruso “Igoriok” y el exoesqueleto activo con motores eléctricos y baterías en el foro Army 2018 no tienen nada que ver con las armas reales que pueden aparecer pronto.

LEE MÁS: 3 nuevas armas rusas dispuestas a abrirse camino en Oriente Medio

La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.

Lee más

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies