Los pilotos de cazas bielorrusos Su-30SM practicaron la intercepción y destrucción de un enemigo simulado en el cielo sobre Polesia. El ejercicio implicaba el uso de misiles aire-aire, informa Rossíiskaia Gazeta.
Según el servicio de prensa del Ministerio de Defensa de la República de Belarús, una bomba de bengala lanzada desde un avión de ataque ligero Yak-130 se utilizó como adversario aéreo.
“El misil R-73, a pesar de su tamaño relativamente pequeño en comparación con un avión, es capaz de alcanzar y destruir el objetivo aéreo a una distancia de hasta 20 kilómetros”, dijo el departamento militar.
El misil funciona según el principio de “dispara y olvida”. La adquisición y corrección del objetivo después del lanzamiento se hace con la ayuda de una “cabeza” de búsqueda térmica. El R-73 puede alcanzar objetivos aéreos a una velocidad de 2.500 kilómetros por hora.
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