En 2004, el gobierno de Bangkok quiso deshacerse de sus enormes reservas de pollo congelado usando el ganado aviar como pago para reforzar su fuerza aérea.
Debido al azote de la gripe aviar, durante el primer lustro del siglo XXI, Tailandia (uno de los mayores productores de pollo del mundo) se vio desbordado por sus reservas de aves de corral congeladas, e intento vender hasta 250.000 toneladas a Rusia, según afirmó entonces un funcionario del gobierno asiático a la agencia de noticias Reuters.
Bangkok ofrecía crédito barato a las naciones asiáticas dispuestas a comprar aves de corral que sus mayores clientes, como la Unión Europea y Japón, se negaba a aceptar.
Al mismo tiempo, Tailandia necesitaba renovar su flota de aviones de combate. Bangkok tenía (y tiene) algunos problemas territoriales sin resolver con sus vecinos. Por ejemplo, Tailandia disputa las Islas Spratli en el Mar del Sur de China con Brunei, Vietnam y Filipinas. Además, el control de las posibles zonas de producción de petróleo y gas en el Golfo de Tailandia y frente a la costa occidental del país en el mar de Andamán también es un desafío para Tailandia
El entonces Primer Ministro tailandés Thaksin Shinawatra ordenó a su embajador en Moscú que ofreciera pollo a cambio de armas, y comentó que consultaría a los jefes militares del país asiático sobre qué armas querían.
No mencionó en la lista hubiese aviones de guerra estuvieran en la lista, pero el funcionario sí dijo a Reuters que Bangkok, a pesar de que la fuerza aérea de Tailandia había estado tradicionalmente equipada con cazas de EE UU, estaba interesado en los aviones de combate Sujói Su-30 de Rusia.
Baile de ofertas
El medio ruso Kommersant, publicó en 2003 que el gobierno Tailandia celebró una serie de negociaciones con Rusia sobre la compra de equipo militar y armas que recibieron un importante impulso tras la visita del Presidente Vladimir Putin a Bangkok. Según el Informe de Defensa de Moscú, a principios de septiembre del mismo año se acordaron en Moscú los términos de un contrato de 250 millones de dólares para la compra de cazas rusos a cambio de carne tailandesa. Kommersant contó que entre 2007 y 2008, Bangkok recibiría seis cazas Su-30MKI producidos por la Corporación Irkut por 210 millones de dólares), y que 40 millones de dólares se utilizarán para pagar el mantenimiento de las aeronaves y la capacitación del personal de vuelo e ingeniería en Rusia. A cambio, Moscú recibirá 250 mil toneladas de carne de ave. En el futuro, Bangkok tenía la intención de comprar hasta 18 Sujói más.
Los tailandeses se hacen los suecos
Sin embargo, el tsunami de muslitos y pechugas de pollo tailandesa no llegó a Rusia. Finalmente, los militares del país asiático prefirieron comprar el caza sueco Saab/BAE Systems Gripen en lugar del Sujói o del otro candidato a hacerse con el contrato, el estadounidense Lockheed Martin F-16C/D. Tras la toma del poder por una junta militar, la exigencia tailandesa de pagar con pollo congelado, desapareció.
Cabe señalar que este tipo de intercambios no es tan extraño. Rosoboronexport, por ejemplo recibió aceite de palma como parte del pago de cazas MiG-29 para Malasia.
LEE MÁS: Cazas Su-27, Su-30SM y Su-35S realizando peligrosas maniobras aéreas