El material debería utilizarse en la producción de máscaras protectoras. Después del fin de la epidemia, estas nanofibras servirán para ser aplicadas en los sistemas de purificación de agua.
Un grupo de científicos de la región de Krasnodar, en el sur de Rusia, ha inventado un material de nanofibras para la producción de máscaras médicas y filtros de respiradores desechables, que, según sus creadores, es más eficaz que el tejido normal en prevenir la propagación del nuevo coronavirus.
“Empezamos nuestra investigación a finales de marzo: las partículas de hollín de queroseno son del mismo tamaño que el coronavirus. Probamos la absorción del tejido normal utilizado en la producción de la máscara y nuestras nanofibras”, explicó Dmítri Lopatin, uno de los representantes del equipo. “Examinamos dos posibles aplicaciones de nuestras nanofibras para la prevención de coronavirus: la producción de máscaras (ya hemos negociado con dos fabricantes) o también pueden ser utilizadas como filtros desechables respiratorios.
Según Lopatin, estas nanofibras son más eficaces para filtrar partículas del tamaño del coronavirus que el tejido normal. Además, una vez que la pandemia haya terminado, las nanofibras pueden utilizarse en los sistemas de purificación de agua.
La misma empresa había creado anteriormente un sistema de paneles solares transparentes sobre los que mostró interés el Ministerio de Energía de los Emiratos Árabes Unidos.