Cazas Su-27 de la aviación marítima de la Flota del Báltico interceptaron un avión F-16 de la Fuerza Aérea belga, que seguía las maniobras de aviones rusos. Tras ser descubierto, el caza belga se vio obligado a volver a su base en el Báltico, según informa Rossíiskaia Gazeta.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los cazas Su-24 y Su-30SM practicaban ataques contra barcos enemigos simulados.
En el aire, los Su-27 tenía la misión de proteger los aviones de ataque. Tras recibir información de que un objetivo no identificado había aparecido cerca de la frontera rusa, los cazas rusos se dirigieron a interceptarlo.
Un avión de combate F-16 volaba en el cielo sobre el mar Báltico. En el vídeo se observa cómo los Su-27 se acercan a gran velocidad al aparato de fabricación estadounidense y lo escoltan. En cuanto la aeronave belga cambió su rumbo y se alejó de la frontera del país eslavo, los interceptores rusos volvieron a sus tareas anteriores.
Los pilotos del Su-27 practicaron complejas maniobras aéreas como el tonel (una rotación de 360º en el eje longitudinal del avión), que se realizó de modo vertical, horizontal y oblicuo, además de giros de combate y otras técnicas antiaéreas.
Un gesto con la mano. Así saludó el piloto de un caza ruso MiG-31 a un F-16 de la OTAN (Vídeo).