El submarino nuclear ruso Alexánder Nevski, armado con un sistema de misiles Bulavá, es más silencioso que otros muchos submarinos extranjeros. En 2015 la Marina de EE UU no pudo detectarlo mientras cubría la Ruta Marítima del Norte, según informa el diario ruso Rossíiskaia Gazeta.
Tal y como declaró a la agencia TASS el excomandante del submarino, el capitán del primer rango, Vasili Tankovid, el trayecto del Alexánder Nevski por la Ruta Marítima del Norte duró 42 días, de los cuales 12 fueron por la superficie.
Debido a lo silencioso que es y al escaso rastro que deja en el agua, además de otras características, hacen que sea difícil detectarlo. De hecho, no hay submarinos extranjeros capaces de captar la presencia del submarino ruso del proyecto 955 Boréi. Incluso pasó desapercibido al cruzar el estrecho de Béring y navegar a lo largo de la costa de EE UU.
“Los estadounidenses se dieron cuenta después de que atracáramos en el muelle, es decir, nos habían perdido del todo”, dijo el comandante Vasili Tankovid.
El militar señaló que el submarino de cuarta generación es significativamente superior a los submarinos 971 y 949, en cuanto a características tácticas y técnicas.
Alexánder Nevski es el segundo submarino nuclear estratégico del proyecto 955 Boréi. Tiene una tripulación de 107 personas y un desplazamiento es de 24.000 toneladas. Mide 170 metros de largo y 13,5 metros de ancho. Su profundidad de inmersión alcanza los 450 metros. Bajo el agua alcanza una velocidad de hasta 29 nudos (unos 54 km/h). Además el submarino puede llevar 16 misiles balísticos Bulavá con un alcance de más de 8.000 kilómetros.
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