La aparición del Ka-60 revolucionó el mundo de los helicópteros rusos. El 10 de diciembre de 1998, el Ka-60, apodado ‘Kasatka’, subió por primera vez al cielo. La novedad de los diseñadores de la Oficina de Diseño Kamov parecía fantástica, afirma Rossíiskaia Gazeta. Se consideraba un superhelicóptero capaz de realizar tareas increíbles.
El desarrollo del Ka-60 comenzó a mediados de los años 80. La aviación militar necesitaba un helicóptero multipropósito medio para sustituir a los ya obsoletos Mi-8 y Mi-4. Los diseñadores tenían la tarea de construir un helicóptero para transportar tropas, armas y municiones a la zona de combate, evacuar a los heridos, vigilar y patrullar el territorio, realizar operaciones de búsqueda y rescate y, por supuesto, formar y entrenar a las tripulaciones de vuelo.
La construcción del helicóptero se retrasó debido a la situación política y económica en el país eslavo. El primer modelo se ensambló en 1990. Este aparato contaba con la tecnología más avanzada en aquel momento y por eso fue bautizado como ‘superhelicóptero’. Aunque un vuelo de prueba que se realizó en la región de Moscú en 2010 terminó en un accidente. Cabe destacar que durante los seis meses anteriores el aparato no se había puesto en marcha. Sin embargo, ambos pilotos sobrevivieron y sistema de protección de los tanques de combustible hizo que tras la brutal caída el helicóptero no explotase. Este hecho confirmó una vez más los altos estándares del ‘Kasatka’.
Aun así, el proyecto de este superhelicóptero se quedó “congelado” y posteriormente fue transformado en un helicóptero civil multipropósito Ka-62.
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