Han pasado exactamente cien años desde el nacimiento de Mijaíl Kaláshnikov, el creador del AK-47, el arma más mortífera y más producida en el siglo XX. Actualmente hay más de 100 millones de riles de este tipo en todo el mundo.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el debate en torno a las virtudes del AK ruso y del AR-15 estadounidense (la plataforma sobre la que se crearon los rifles de EE UU más conocidos, incluidos el M16 y el M4) no ha parado.
Un miembro en activo de las fuerzas especiales rusas, que ha estado involucrado en operaciones antiterroristas tanto en Rusia como en el extranjero, ha hablado con Russia Beyond sobre qué arma es mejor y en qué situaciones de combate resulta más útil.
El arma perfecta es el cóctel Mólotov. El resto es bueno y eficaz a su manera.
Ningún arma en el mundo puede superar al fusil de asalto Kaláshnikov (AK) en varias cuestiones. La principal es la fiabilidad.
El AK no necesita ser preciso ni ergonómico, como los rifles estadounidenses y alemanes. Sus principales ventajas son la facilidad de producción y la operabilidad, así como la máxima fiabilidad.
Básicamente, todos los soldados de nuestra unidad están armados con el AR-15 y M4, así como con los alemanes HK416 y HK417. Pero cuando vamos en una misión a algún “país por ahí”, siempre nos llevamos el AK. La razón es simple: estamos 100% seguros de que funcionará.
AK-47.
Dominio públicoAunque la densidad del disparo del AK deja mucho que desear en comparación con otros rifles, es perfectamente aceptable cuando se dispara a corta distancia (hasta 200 metros). Que hagas el tiro o no depende únicamente de tu nivel de entrenamiento y de la habilidad para operar en situaciones de estrés, cuando las balas enemigas vuelan hacia ti.
El Kaláshnikov nunca superará al AR-15 en términos de precisión y ergonomía. Cuando se dispara a larga distancia (600-700 metros), siempre se utilizan rifles de francotirador basados en la plataforma AR-15. La razón es simple: Rusia no produce armas de alto grado que permitan a las fuerzas especiales hacer su trabajo a esas distancias.
AR-15.
Dominio públicoAdemás de la precisión, otra ventaja del arma estadounidense es su personalización: se pueden seleccionar la culata, el mango, las miras y ajustar la sensibilidad del gatillo (el gatillo de una pistola es como el embrague de un coche, es decir, el vínculo entre el que dispara y el corazón de la máquina).
Además, el retroceso de la plataforma AR-15 es mucho menor que el del AK. Te golpea justo en el hombro y el rifle salta mucho menos cuando disparas. En la batalla esto puede ahorrar segundos vitales. En pocas palabras, no es necesario reposicionar el arma y se puede disparar en ráfagas sobre el mismo punto.
La fiabilidad del AR podría mejorarse.
En cuanto al AK, ya se ha mejorado todo lo que se podía mejorar. En realidad, Rusia debería erigir un monumento dorado a Kaláshnikov delante del Kremlin y darle las gracias para luego, olvidarse del AK para siempre. Lo que necesitamos es un arma completamente nueva, basada en un “motor” completamente nuevo.
El AK-12 no es un arma nueva. Se trata de una importante mejora del AK-74 para las necesidades de armas combinadas, no de un rifle de fuerzas especiales fundamentalmente nuevo para el siglo XXI.
El AK-12 es un conjunto de soluciones ergonómicas para hacer del viejo AK-74 un arma eficaz en manos de soldados regulares en guerras del siglo XXI, pero no un arma para fuerzas especiales que necesitan eliminar objetivos puntuales en cualquier parte del mundo.
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