Desde hace décadas el Ejército de Cuba ha estado operando con los sistemas Strelá-1 y Strelá-10, cuya vida operativa ya había llegado a su fin. Para reutilizar estas armas se decidió adaptar misiles de avión a estos complejos, preparados para usar los misiles “aire-aire”.
De modo que el sistema Strelá-1 fue equipado con misiles R-13M, que cuentan con una cabeza térmica y se pueden ver entre el arsenal de los cazas MiG-21, MiG-23 y MiG-29.
Los expertos de Rossísikaia Gazeta destacan que, a juzgar por el material fotográfico, los militares de la isla caribeña utilizan muy activamente los sistemas Strelá-1 en sus ejercicios militares.
Posteriormente se realizó una modificación del sistema Strelá-10, que también ha recibido misiles más avanzados, los R-60, que cuentan con un sistema de guiado similar y que pueden ser utilizados no solo desde aviones, sino también desde helicópteros.
Los legendarios tanques rusos T-34 y T-55 se transforman en complejos de defensa antiaérea en Cuba.