Según el director del Centro de Investigación de Resonancia, Iván Nazarenko, citado por la agencia TASS, la estación encargada ya está lista para su uso en combate, y que su construcción fue supervisada por el Ejército y la Flota del Norte.
Según él, hasta la fecha, el Ejército ruso ha recibido cuatro estaciones Rezonans-N, y la quinta se encuentra en la etapa final de construcción. Dos estaciones ya están en servicio. “El trabajo de todos los radares es cubrir la zona norte en el Ártico”, dijo Nazarenko.
“El alcance del medidor de la estación permite la detección de tecnologías de vuelo sigiloso y objetivos hipersónicos, que cruzan los cielos a velocidades de hasta Mach 20, porque el dispositivo aumenta el efecto de las ondas reflejadas contra la superficie del objetivo”, agregó el director general del centro de investigación. La estación de radiolocalización es capaz de proporcionar datos para batir objetivos aerodinámicos a una distancia de hasta 600 km, siendo de hasta 1.200 km y 100 km de altura para objetivos balísticos. La primera estación Rezonans-N en condiciones de servicio de combate fue puesta en funcionamiento en Rusia hace cinco años.
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