En junio de 2019, dos paracaidistas rusos se ahogaron en una operación aérea en Stari Krim. La investigación subsiguiente encontró que los soldados tuvieron problemas para separarse del paracaídas en el agua. Accidentes de este tipo podrían pronto ser un mero recuerdo.
Según informó la agencia rusa TASS, el holding Tejnodinámika (una filial de Rostech) está desarrollando un nuevo paracaídas que ayudará a los paracaidistas a sobrevivir en caso de derribo o avería.
El Instituto de Investigación y Desarrollo de Paracaídas ha creado una serie de soluciones que facilitan que el militar eyectado (o lanzado desde un avión de transporte de tropas) se libere fácilmente del sistema de suspensión y de la cúpula del paracaídas.
“Una de ellas son cierres rápidos de desconexión de carga en los extremos sueltos del sistema de paracaídas, así como mosquetones de desbloqueo rápido”, dice el director ejecutivo de Tejnodinámika, Ígor Nasénkov. Los mosquetones estarán equipados con cierres de seguridad especiales que impedirán que se abran involuntariamente.
Además, el sistema de suspensión del paracaídas se complementará con una bolsa de flotación inflada automáticamente, que se activa instantáneamente en el agua. Una luz intermitente activada de forma independiente facilitará la búsqueda de soldados que se encuentren sobre la superficie del agua.
El actual paracaídas D-10 también será mejorado para garantizar la seguridad del personal después de un amerizaje.
Pincha aquí para ver la nueva arma que recibirán los paracaidistas rusos el próximo año.
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