Greenpeace Rusia ha lanzado una campaña que se hace eco de FaceApp, la popular herramienta para alterar la edad de las personas, en colaboración con la agencia digital Isobar Moscow, Greenpeace pretende mostrar cómo podría llegar a ser Rusia en los próximos años si no se hace nada para mejorar la situación medioambiental de nuestro planeta.
Por ejemplo, el lago de agua dulce más grande del mundo, el Baikal, podría secarse.
San Petersburgo podría verse amenazada por las inundaciones, poniendo en peligro los monumentos arquitectónicos de la ciudad.
El hielo del Ártico podría derretirse totalmente, provocando sufrimiento tanto a los humanos como a los animales.
“Los científicos se pusieron de acuerdo hace mucho tiempo en que las acciones humanas son las responsables del cambio climático. La humanidad quema carbón, petróleo y gas, lo que conduce a la emisión de gases de efecto invernadero. Hemos convertido la atmósfera en un basurero, con estas explosiones incontroladas”, afirma Polina Kárkina, coordinadora de clima y energía de Greenpeace Rusia.
En su opinión, “hay que difundir el mensaje de que la humanidad está al borde de la catástrofe. Y los cambios solo pueden venir si dejamos de actuar como si no hubiera un mañana”.