¿Qué armas diseñó Makárov además de su famosa pistola?

Mijaíl Fetísov/Wikipedia; Vitali Ánkov/Sputnik; Pixabay
Fue el responsable del diseño de los cañones de artillería, que se instalaron en todos los aviones de transporte militar, así como de los primeros misiles antitanque soviéticos con buscadores infrarrojos.

La principal pistola de los operativos soviéticos, la Makárov, es lo más famoso pero no lo único creado por el renombrado diseñador. Makárov también es el responsable de algunas armas de gran tamaño de las que vale la pena hablar.

Artillería de aviones

Retrato de Nikolái Makárov

Después de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas armadas soviéticas requerían una importante modernización. Una de sus esferas clave eran los sistemas de armamento de los aviones, que tenían que responder a los retos del futuro. En ese momento que comenzaron a aparecer los primeros aviones, y para contrarrestarlos se necesitaban armas de largo alcance y misiles.

Makárov comenzó a desarrollar un arma de artillería para aviones después de triunfar con la pistola Makárov a mediados de la década de 1950. La nueva ametralladora se basaba en una que antes era utilizada por los helicópteros de transporte Mi-4, así como por los primeros cazas MiG.

El nuevo cañón llevaba el nombre de AM-23 (por sus diseñadores Afanásiev y Makárov y cuenta con un calibre de 23 mm). Se trataba de un cañón a gas, construido según el mismo principio que otras famosas armas soviéticas (el fusil AK y otras armas de la época). Tenía una velocidad de 1.200 disparos por minuto y su diseño por primera vez incluía un bloque de gas, que suavizaba el impacto en las piezas, aumentaba la energía de la AM-23 y, como resultado, prolongaba la vida útil del arma.

Cañones AM-23 instalados en el Tu-142

Además, el cañón utilizaba una munición nueva, que había sido especialmente desarrollada. Un cartucho perforante y otro de alta fragmentación explosiva, cuyo objetivo era golpear de forma aún más eficaz a los aviones enemigos.

Tras su creación a finales de la década de 1950, el AM-23 sirvió en las Fuerzas Armadas soviéticas durante un cuarto de siglo y se instaló como arma defensiva en la parte trasera de aviones de transporte militar pesados y en los bombarderos gigantes, incluidos los bombarderos Tu-16 y Tu-95; los aviones antisubmarinos Tu-142, los aviones de transporte aéreo Il-76 y otros.

Armas antitanque

A mediados de la década de 1970, Makárov se encargó de diseñar un nuevo sistema de misiles antitanque que sustituyera al primer sistema soviético de este tipo, el Maliutka, que ya no era apto para los tanques modernos. Un misil Maliutka cubría una distancia de dos kilómetros en dos minutos así que un tanque enemigo podía abandonar fácilmente la posición y desaparecer.

Sistema antitanque de nueva generación Fagot

Makárov, junto con sus colegas, creó un sistema antitanque de nueva generación, conocido como Fagot. A diferencia de su predecesor, los misiles no eran guiados los humanos sino por uno de los primeros buscadores de infrarrojos.

El Fagot es un sistema portátil que requiere de tres personas para utilizarlo: dos se encargan de llevar los voluminosos misiles antitanque a la posición, mientras que el tercero controla el lanzador. Se tardan unos 30 segundos en poner un sistema Fagot en posición de fuego y empezar a bombardear al enemigo.

Gracias a este sistema, el ejército soviético pudo eliminar rápida y eficazmente los tanques y vehículos blindados enemigos a una distancia de 2,5 km y luego desaparecer sin ser detectados y regresar a la base.

Estas son las principales pistolas rusas del siglo XX.

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