La versión antitanque del rifle más fabricado en Rusia, después del Kaláshnikov

Ciencia y Tecnología
ÍGOR ROZIN
Antes de la Segunda Guerra Mundial, los ingenieros soviéticos diseñaron una nueva versión del rifle Mosin con un calibre de 7,62 x 155 mm, que podía atravesar una placa de acero de 15 mm.

A principios de la década de 1930, la planta que unos 15 años más tarde iba a crear el famoso AK-47 desarrolló una nueva arma antitanque a partir de un rifle que ya existía. Se le conocía como el “rifle Mosin de tres líneas que perforaba armaduras” y estaba destinado a enfrentarse a los tanques y equipos blindados más potentes de su época.

En esos años los diseñadores de armamento habían estado experimentando con nueva munición y una “plataforma” de rifles desde la que disparar. Eligieron el Mosin, con un calibre 7,62 x 54 mm, que disparó ráfagas de gran potencia y que podían penetrar la mampostería a 100 metros.

Decidieron actualizar el viejo rifle y crearon unos cartuchos especiales de 7,62 x 122 mm y 7,62 x 155 mm. Visualmente, la nueva munición solo se parecía a una versión alargada de la bala estándar de los rifles Mosin. Pero en realidad era un cartucho con una penetración mejorada que salía de la boca del cañón a más de 1 km/segundo (la velocidad inicial era de 1.200 m/segundo), y una placa de metal de 15 mm de grosor no era un obstáculo a los 100 metros.

Además, el propio rifle se adaptó para que pudiera disparar cartuchos tan potentes. Los diseñadores aumentaron el “tamaño de las entrañas” del Mosin, desarrollaron un nuevo cargador, alargaron el cañón e instalaron un freno de boca para asegurar que cada disparo fuera acertado.

Pero después de una serie de experimentos, los militares llegaron a la conclusión de que no tenía sentido convertir la plataforma Mosin en un arma antiblindaje: habría sido una empresa costosa y los cartuchos de 14,7 mm seguían siendo mucho más eficaces para estos fines.

¿Cómo es el rifle Mosin?

Se trata de un rifle de cinco disparos creado en 1891 que puede ser comparado visualmente a el .308 de la OTAN. Utiliza munición de 7,62x54 mm.

A lo largo de los años ha demostrado ser una de las armas más durables y precisas del mundo. Los soldados rusos lucharon con este rifle en una serie de conflictos que marcaron el país: la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la guerra civil (1917-1922) y la Gran Guerra Patria (1941-1945).

Desde finales del siglo XIX se han producido 37 millones de Mosins, lo que lo convierte en uno de los rifles militares que más se han fabricado en la historia. Algunos de ellos pueden adquirirse fácilmente en el mercado por un precio razonable de 200 dólares, mientras que en los conflictos militares de Oriente Próximo todavía se pueden encontrar algunos. En concreto, las tropas rusas han tomado algunos Mosin como “trofeos” de los combatientes del Estado Islámico durante la guerra en Siria.

AK-47, AK-74 y Mosin Nagant... aquí contamos de tres míticos rifles rusos del siglo XX.