¿Qué armas rusas tiene el Ejército chino?

Vitali V. Kuzmín
China ya posee bastantes armas rusas, y Moscú planea ampliar su ‘presencia’ en el Ejército chino.

A principios de noviembre, Moscú y Pekín acordaron un nuevo lote de entregas de armas rusas, explicó a RIA Novosti Víktor Kládov, jefe de una delegación de Rostec (parte de Rosoboronexport, principal exportador de armas de Rusia), en una exposición en Zhuhai.

“No quiero entrar en detalles, pero sí diré que recientemente firmamos tres contratos más con los chinos”, dijo.

Sin embargo, los cielos que cubren el llamado “reino del Medio” ya están custodiados por una gran cantidad de sistemas avanzados de armas de fabricación rusa.

Aves de presa

En 2015, China adquirió 24 cazas Su-35 de la generación 4+++ de Rusia.

Por fuera, estos depredadores son casi (excepto por su fuselaje y el motor) una copia del futuro avión de combate ruso de quinta generación Su-57. Sin embargo, son al menos una tercera parte más baratos. Esta es una de las razones por las que el Ministerio de Defensa ruso optó parcialmente por estos caballos de batalla antes que por el caza del futuro.

Su-35.

“El Su-35 tiene una cabina digital. Al igual que en el Su-57, no existen dispositivos analógicos con los indicadores habituales. En su lugar, hay dos grandes pantallas LCD a color. Toda la información que necesita el piloto se muestra en modo Picture in Picture (PiP), como en una televisión convencional”, explicó el profesor Vadim Koziulin, de la Academia de Ciencias Militares, a Russia Beyond.

Además, las unidades de control de empuje hidrodinámico han sido sustituidas por sus equivalentes electrónicos que, según los diseñadores, no sólo ahorran espacio y peso, sino que permiten la introducción de un sistema de control remoto paralelo.

“En la práctica, esto significa que el papel del piloto es cada vez menos importante. La computadora decide a qué velocidad y en qué modo la aeronave se acerca al objetivo, e informa al piloto cuándo debe desplegarse el arma. El caza también maneja algunos modos de pilotaje complejos, como las maniobras de vuelo rasante”, detalló Koziulin, añadiendo que la electrónica asegurará que el piloto utilice las armas sin riesgo para la aeronave y que no haga que el avión entre en un giro incontrolable, señaló.

Además, el caza posee un sistema de control de radar Irbis de nueva generación con un sistema de antenas en fase, que actualmente no tiene rival en términos de detección de blancos.

“De acuerdo con sus especificaciones, el radar está cerca del que equipa al F-22 estadounidense. En una aproximación frontal, el Irbis puede detectar vehículos enemigos a una distancia de hasta 350-400 km. A este alcance, el caza puede ver un portaaviones, a 150-200 km un puente ferroviario, a 100-120 km un barco y a 60-70 km una instalación de misiles balísticos o un grupo de vehículos blindados… e impactar sobre todos ellos”, resumió Koziulin.

Además, el avión puede desplegar toda una gama de sistemas de armas modernos. Y como las máquinas fueron hechas a medida para el Ejército chino, cuentan con proyectiles, guiados y no guiados, desarrollados por el Ejército Popular de Liberación.

Escudo celestial

China fue uno de los primeros clientes en comprar el sistema de defensa aérea más avanzado de Rusia, el S-400 Triumf (clave OTAN: Growler). El contrato se firmó en 2015 y, a finales de la década, Moscú suministrará a Pekín varias divisiones de S-400 (la cifra exacta sigue sin conocerse).

El Triumf puede detectar todos los objetivos aéreos situados en un radio de hasta 600 km y eliminarlos a una distancia de 400 km. Independientemente de si se trata de un misil de crucero de maniobra rápida o de un misil nuclear balístico intercontinental disparado en órbita cercana a la Tierra desde el otro lado del planeta, el sistema lo detecta y lo derriba en el cielo, a una distancia segura de sí mismo.

S-400.

La diferencia clave con su competidor directo, el MIM-104 Patriot de Estados Unidos, es su capacidad de ver y derribar objetivos a su alrededor. El Patriot puede operar y “observar” sólo en una dirección predeterminada en un ángulo de 180 grados.

Además, ¡desplegar los lanzadores Patriot y prepararlos para la acción toma hasta 30 minutos! Esto da a un misil agresor tiempo suficiente para llegar a su destino, asegurando la derrota del país objetivo.

No sólo eso, el alcance del Patriot es menos de la mitad (sólo 180 km contra 400 km) del sistema ruso. Esto es crucial para defenderse no sólo de los misiles, sino también de cazas y bombarderos, ya que estos últimos no tienen ninguna posibilidad de lanzar una ojiva cuando se enfrentan al S-400.

El S-400 se envía al Ejército y al extranjero como parte de una batería de defensa antimisiles. Cada uno incluye cuatro lanzadores con cuatro misiles cada uno, lo que da un total de 16 antimisiles en una batería, todos capaces de derribar cazas de quinta generación y misiles de crucero a 400 km.

Y eso sin contar la munición de reserva que también se incluye en la suma del contrato que se fijó para ser ubicada en el campo de batalla. El contrato también cubre varios vehículos de transbordo, estaciones de radar, un puesto de comando y una gran variedad de vehículos de apoyo.

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